Un otoño más, la Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia pone en marcha la campaña de vacunación antigripal, destinada a la población más vulnerable frente a los efectos de esta patología estacional: personas mayores de 65 años y enfermos crónicos de riesgo, sea cuál sea su edad. En este primer año pandémico causado por el coronavirus SARS-CoV-2, que indudablemente representa un antes y un después en nuestras vidas, cualquier medida preventiva capaz de reducir la incidencia de la gripe es especialmente recomendable y será bienvenida. Mientras nos dispongamos de tratamientos y vacunas eficientes y específicas contra la covid-19, todos los esfuerzos desplegados contra las enfermedades infecciosas respiratorias serán fundamentales este otoño e invierno próximo.
Retrocedamos ahora unos meses en el tiempo. En febrero de 2020, mientras España declaraba el primer caso de covid-19 en La Gomera, los medios de comunicación se hacían eco de estas informaciones: durante la campaña de vacunación antigripal 2019-2020, en Galicia se vacunaron 605040 ciudadanos, 37632 más que en la anterior.
Al igual que está previsto este año, se inició en la segunda quincena de octubre, prolongándose hasta finales del 2019. La cobertura alcanzó al 67% de los gallegos mayores de 65 años. Entre los de 70 y 74 años, dicho porcentaje alcanzó casi el 59%, mejorando en 2 puntos y medio las cifras del año anterior. Otros datos ciertamente esperanzadores se constataron entre el colectivo de las embarazadas, uno de los prioritarios, con un 65% de cobertura y 7630 dosis administradas, 1122 mujeres más que la campaña anterior.
La vacunación antigripal alcanzó al 53% de los trabajadores sanitarios, que en el año 2017 apenas superaba el 33%. Un dato espectacular, pero todavía mejorable, máxime cuando nuestro colectivo es esencial para atender la sobrecarga asistencial prevista este año por culpa de la covid-19. Los efectos indeseables de la gripe ocasionaron casi 1000 casos en Galicia en el otoño e invierno del 2019-2020, con 80 pacientes que precisaron hospitalización en UCI y 26 fallecidos, relacionados de manera directa o indirecta con esta enfermedad. Este año los esfuerzos necesariamente serán mayores, pues debemos gestionar una campaña de vacunación antigripal según los nuevos condicionamientos sanitarios ocasionados por la pandemia del SARS-Cov-2, el solapamiento de algunos síntomas de la gripe y la covid-19, especialmente fiebre, tos, cefalea y malestar general, junto al probable incremento de hospitalizaciones por neumonías y exacerbación de patologías respiratorias crónicas, circunstancias que seguramente tensionarán nuestro sistema sanitario público.
Por ello nuestra decidida invitación a la participación masiva en esta campaña de vacunación antigripal.
