Pasó lo que pasó

Ven, Capitán Trueno

Capitan Trueno ourense
photo_camera El Capitán Trueno.
Cuando las cosas se tuercen y buscamos ese clavo ardiendo invocamos hasta a los héroes de la niñez. Soñamos con políticos bizarros como el Capitán Trueno. Uno de ellos ya no pasa de Crispín, su escudero.

Se ha cansado ya, qué pronto


Cayeron agradecidas precipitaciones, pero vamos tiesos de pasta. Chove mansiña, decían las abuelas, pero seguimos con sequía inversora. La provincia tiene el disco duro petado de proyectos inconclusos, inéditos o despilfarrados. Trajo la Xunta su carta a los Reyes Magos. Queridas majestades, dos puntos, como hemos sido buenos te pedimos... Desde Oriente Feijoo también escribió: para el 2020 habrá 4.096 euros por ourensano, que siempre es mejor que la Nancy y el Exin Castillos. Luego vino el pinchazo de las exportaciones ourensanas.

Mientras Franco era trasladado de sepultura y las teles le dieron tanta cobertura como si hubiese resucitado, los datos del paro dejaban 2.700 desempleados más por aquí en tres meses. Embobados con el mando a distancia ni reparamos en que de cada cien euros invertidos en Galicia solo ocho caen en esta parte del Miño. Cuando caen así lo clásico es esperar la reacción social, pero no fue su semana. Por la parte empresarial, que ya ni opina de los datos del paro, se optó más por el book fotográfico que por el análisis. No es fácil, lo sé, exigir con una mano y la otra tenderla con la palma hacia arriba.

Tampoco los sindicatos, que tienen marcados los días de los datos del paro como quien estrena ropa un domingo. Lamentarse, lamerse las heridas y caer en  lugares comunes. Ante momentos así, solo se puede esperar una corte de querubines que toquen el arpa y nos señalen el camino a la santidad o confiar en reacciones institucionales de probada energía. Ahí esperábamos al alcalde Jácome como quien goza de las aventuras del Capitán Trueno. Pero no vino y nos quedamos abatidos canturreando aquella canción del grupo Asfalto: "Si el Capitán Trueno pudiera venir, nuestras cadenas saltarían en mil".

Confiamos en que su justiciera ira nos redimiría de las cadenas del atraso. Pero llegó el regidor y con un hilillo de voz dijo: "Ourense es la cenicienta" en materia de inversiones y que este statu quo es ya imposible de romper. Se agotó en apenas cuatro meses, claudicó de su misión redentora para aferrarse al lamento, su somatén. Y nos quedamos mirando al edificio consistorial, huérfanos de liderazgo, y musitando otra vez: "Ven Capitán Trueno, haz que gane el bueno, ven Capitán Trueno, que el mundo está al revés".


Somos y seremos una potencia


En turismo somos una potencia, además de en cocidos y churrascos. Lo dicen los datos. ¿Quién si no? Tenemos las mismas dotaciones hoteleras de los últimos años y la ciudad no ha incorporado elementos sustantivos a su dinamización. Por no hacer ni ha sido capaz el Concello de sacar a concurso público los apartamentos y dotaciones hosteleras de As Burgas, ni siquiera en Outariz, donde siguen los charcos en los accesos. Tampoco se sabe cuándo reconstruirán A Chavasqueira, que ardió en primavera. Nadie aventura cuándo el termalismo este de pegatina será una realidad.

Imagínense qué datos habría si esto estuviese solucionado. Cierren los ojos, sueñen: hay un balneario de cuatro estrellas a orillas del Miño y otro en donde estaba la antigua Casa de Baños. As Burgas y su entorno se parecen a su mejor maqueta, la vieja cárcel es un centro termal público. La geotermia y otros recursos naturales nos permiten bajar factura de la energía. La ribera del río es un tapiz vegetal con surgencias espontáneas. Pasear por el casco viejo es una delicia, sin que te espanten las pintadas. Su recuperación nos reconforta con la memoria de la ciudad. Ese día a lo mejor no salimos en la estadística. O nos salimos de ella. Somos una potencia.


La Policía Local piensa como él


Dice el alcalde Jácome estar "convencido de que el 99% por ciento de la población confía más en la Policía Nacional que en la Local, es un cuerpo muchísimo más serio, a años luz". Creo que es recíproco, que también la Policía Local confía mucho más en la Policía Nacional que en su propio alcalde. Si tiene atribuciones, que lo ignoro, el alcalde Jácome debería derogar de inmediato su propia policía, prescindir de sus competencias, poner a "esa mafia" a recaudo de la Policía Nacional y ahorrar el dinero que nos cuesta para dedicarlo al parque acuático y al Centro de Inteligencia Artificial. Qué menos. 


Alivios que llegan demasiado tarde


El exalcalde Francisco Rodríguez, la exedil Áurea Soto, el exconcejal Fernando Varela y el ex director xeral Xosé Carballido han sido absueltos del delito de prevaricación por el que habían sido condenados. Pesaba sobre ellos la losa de siete años de inhabilitación para empleo o cargo público por la prórroga de unas contrataciones de asistencias técnicas en el Concello. El alivio llega, pero muy tarde. Uno de ellos —con casos aún pendientes— me confesó que había ido a ver la película "Joker" y que hacía suya una frase del personaje: "No me puede dar más palos la muerte de los que me dio la vida".



El portafotos

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Los partidos en los que el árbitro es el protagonista suelen ser malos partidos. Cuando el espectáculo son ellos es que no hay espectáculo. Solo salvamos al gran Pierluigi Collina, que de por sí merecería que pagásemos una entrada, sin reparar en quién daba patadas al balón sobre el césped. Y aún desde el Olimpo tenía su toque humilde: "Si cuando te miras en un espejo piensas que eres el mejor del mundo no puedes mejorar. Si eres crítico contigo mismo y estás abierto a los cambios puedes hacerlo.

"Lo malo es cuando los que se dicen árbitros quieren tocar bola. Mal, muy mal deben ir las cosas en el Concello de Ourense cuando su interventor, Gonzalo Alonso, es el protagonista dejando su papel de árbitro. Así son de malos los partidos que se disputan en esa cancha. El técnico, prescriptor de opiniones en su ámbito competencial, ha cortejado con el protagonismo y eso no le va bien a la institución, creo que tampoco a él, pero sabrá en qué terreno quiere moverse. Su nombre aparece con excesiva frecuencia, algo inédito en otros concellos, con esta corporación y con las anteriores. No, no es Pierluigi Collina. Por lo tanto, estaría bien que se limítese a pitar y dejar que los demás valoremos el juego, que tampoco es gran cosa, oiga.



Atrapado por el GPS, esa telaraña

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El GPS se burló de un camionero rumano que de regreso a Italia, quedó atorado en Castrelo do Val. La tecnología acabó con la maniobra de bajar la ventanilla para preguntar dónde se come bien aquí o también para salir del laberinto de calles. El camionero viajaba solo, desconocía el idioma y no llevaba al lado la parienta, que suele abroncar cuando no preguntamos por dónde se salen de aquí, El GPS, si tal, dejarlo como elemento coercitivo para retener a la gente en la provincia, como herramienta para fijar población, que se dice ahora. Como una telaraña, en fin.

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