La labor de la mujer ocupa un lugar importante también en el rural. Difundirlo es un objetivo del "Encontro Feminista en Viana", un concello donde el Centro de Información á Muller atiende demasiados casos de depresión.
El Centro de Información á Muller (CIM) de Viana do Bolo atiende demasiados casos de mujeres que acuden "con depresión e ansiedade". Lo apuntó su directora y psicóloga, Clara Feijóo. Añadió que las usuarias suelen ser de mediana edad y con hijos ya criados. Después de dedicar toda su vida a cuidar a los demás, ellas "non saben como xestionar o ocio, o tempo libre, nin que facer coa súa vida".
En el año 2017, Viana apenas contabilizó un par de casos de violencia machista, como mucho. Sin embargo, estos son los más visibles, los que llevan consigo una denuncia ante la Guardia Civil. El temor es que puedan no ser los únicos, pues hay mujeres que asumen insultos y desprecio. "Estamos intentando detectar estos casos", dijo la directora del CIM.
La psicóloga pertenece a la Asemblea Feminista de Viana do Bolo, colectivo que organizó el "1º Encontro Feminista en Viana", bajo el título "Mulleres do rural. Existen e resisten". Apoyado por Xunta y Concello, finalizará hoy, con una visita a la casa-museo de Nieves Fernández, en Quintela do Pando, y la proyección del documental "As silenciadas", basado en la obra de Aurora Marco.
Tanía Sánchez Gómez, también de la Asemblea Feminista, resumió el objetivo de este primer encuentro feminista: "Tratamos de poñer en valor á muller rural. O Encontro é un espazo aberto e de creación. Podemos crear cultura e participar nela sin estar nun gran núcleo", explicó. Entre los problemas que detecta en el mundo rural están la ausencia de salidas laborales, el machismo que aún impregna una sociedad patriarcal y el rol de "coidadora" que asumió la mujer.
Momentos antes, laprofesora y doctora de la Universidade de A Coruña y también miembro del Centro de Estudos de Xénero e Feministras de esa mismo centro universitario, Belén Fernández Suárez, habló de la "economía dos cuidados". Con su intervención quiso revalorizar los trabajos que hacen que "a vida sexa sostible" y añadió que "non son remunerados e son invisibilizados, cando deberían contabilizarse como unha riqueza, pois sin eles, o sistema non funciona", explicó. Además, comentó que la casuística de la mujer del rural difiere de la de las ciudades o la costa: "Na costa, as parellas se independizan. Está máis arraigado o coidado aos maiores no rural. Cambia o enfoque".
