Las viñas abandonadas de Vilariño volverán a producir

Jesús Jares y Alfredo Rodríguez, en la presentación del proyecto de Vilariño.
photo_camera Jesús Jares y Alfredo Rodríguez, en la presentación del proyecto de Vilariño.// ISAAC CRUZ
O Barco tramita que sea aldea modelo en un proyecto para las zonas amenazadas por el fuego

Vilariño, una aldea barquense de apenas 30 habitantes, volverá a sacar rendimiento a los viñedos abandonados en las últimas décadas. Un proyecto redactado por los técnicos municipales y presentado ayer por el alcalde y el concejal de Medio Rural, Alfredo García Rodríguez y Jesús Jares Almeida, respectivamente, contempla la recuperación de 18 hectáreas de terreno. El dato no es definitivo y la superficie podrá ser mayor, según apuntó el regidor, que remitió sendas cartas al conselleiro de Medio Rural y a Agader (Agencia Galega de Desenevolvemento Rural). En ellas solicita iniciar los trámites para que este núcleo sea aldea modelo.

Alfredo García subrayó la "inutilidad de limpiar franjas que no producen nada y que al año hay que volverlas a limpiar" como política de prevención de incendios forestales. Este planteamiento llevó al equipo de gobierno a ponerse a buscar otras alternativas, las cuales podrían venir de la mano del programa de aldeas modelo, que promueve la Consellería do Medio Rural.

Los propietarios de 272 parcelas ya dieron su visto bueno, reuniendo una superficie de dieciocho hectáreas

Las viñas que en su día trabajaron los vecinos de Vilariño y que llevan años abandonadas, sumadas a la escasa superficie de viñedo existente en la comarca, fueron algunos de los factores que llevaron a los técnicos a inclinarse por esta opción. Fueron tres las reuniones que el Concello mantuvo con los vecinos. En la última, que se desarrolló el viernes pasado, los aproximadamente 25 asistentes dieron luz verde a ceder sus terrenos. Al contacto directo, los técnicos sumaron las cartas enviadas a todos los propietarios de las 630 parcelas.

Correos devolvió la práctica mitad de las cartas al no localizar a sus destinatarios. Además, un sector mínimo de propietarios (los dueños de 26 fincas) descartó sumarse al proyecto, decisión contraria a la de los titulares de 272 parcelas que dieron su visto bueno. Los números  no son definitivos y el Concello ya maneja más peticiones de inscripción.

Personal de Agader y del Banco de Terras elaboró el plano que maneja el Concello y que el alcalde ya mostró a varias bodegas de O Barco. "La idea es formar un par de parcelas" con las 18 hectáreas y ofrecerlas en alquiler. Los ingresos que generarán para los vecinos de Vilariño no serán el único beneficio de una iniciativa que también librará a las viviendas del peligro de incendio y creará empleo.



LAS CIFRAS: PARCELAS

630
 Parcelas incluidas en los terrenos a recuperar.
204
Propietarios del total de parcelas.
272
Parcelas cuyos propietarios dieron su visto bueno.
26
Parcelas de dueños que  se negaron a implicarse.
27
Parcelas cuya titularidad está siendo investigada.
18
Hectáreas que se recuperarán. 

Un plan para librar al rural de los incendios y generar empleo
El pedáneo de Vilariño, Lisardo Paradelo López aplaudió la iniciativa municipal. "Todo o que se faga polo pobo está ben", comentó. También explicó que de los terrenos elegidos para desarrollar el proyecto "a metade xa eran viñas" y finalizó comentando que la primera actuación pasa por desbrozar las parcelas.
La gran mayoría de los vecinos de Vilariño se sumó a un proyecto que es más amplio, no limitándose a esta aldea. Los planes municipales van más lejos, pues pretenden llevar actuaciones similares a los núcleos más castigados por los incendios forestales. Es el caso de Millarouso, Santigoso o Santa Mariña, de 39, 97 y 14 habitantes, respectivamente.
"Buscamos la connivencia de los vecinos e intentaremos que sean ellos quienes lo pongan en marcha", explicó el alcalde. En todo caso, el programa no se limita plantación de viñedo y los técnicos buscan soluciones adaptadas a las aldeas. En Vilariño fueron tres los factores que llevaron a apostar por la plantación de viñas: una pendiente que no requiere de la construcción de excesivos bancales, la buena orientación y el hecho de que los vecinos ya los destinasen a este cultivo anteriormente.
A las aldeas citadas hay que añadir una cuarta, Alixo (37 habitantes). Hace tiempo que el Concello también busca una utilidad a los terrenos que rodean este núcleo, si bien la finalidad que le dan es muy distinta a la de Vilariño. Aquí, el plan es recuperar las parcelas que en la actualidad está "a monte" para produccir cereales. "Hay empresarios que quieren plantar", aseguró Alfredo García, quien indicó que la pandemia del covid-19 retrasó los trámites previos.

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