Opinión

Vintage

Exclusividad, calidad, mérito, estilo, pulcritud... Todo adjetiva la condición de vintage/clásico/académico del jugador del COB, Darko Balaban, en cuanto a su desenvolvimiento en la cancha. Nostálgica evocación por un pasado donde el pívot era ese jugador capaz de sostener el juego desde su base. Más de "Chamberlain" (Wilt, con 100 puntos como récord anotador en un partido) que lo puede ser de "Russel" (Bill, capaz de cambiar un partido sin anotar un solo punto... 50 rebotes en un duelo), por enumerar a los considerados dos mejores pivots de la historia, lo cierto es que Balaban es capaz de valorar (aciertos-errores) de manera positiva en todo... o casi todo. En la normalidad 20 puntos/10 rebotes en la victoria ourensana ante un Canoe que intenta competir a base de arreones.

Pertenece, el jugador del COB, a esa saga de pivots capaces de decidir en un espacio muy pequeño, valiéndose de tiros cortos apoyados en tablero o una finta, pivote, apoyado en un bote y para dentro. Y es que siempre este juego se ha basado en que "cuanto más cerca estés del aro más posibilidades tienes de anotar" (Obradovic). 

Balaban, retrae a nuestra memoria la eficacia, el rédito, de un histórico de la ACB, Clarence Kea, escasos 2 metros y con un gran rendimiento en su paso por el COB -máximo reboteador de la Liga esa temporada-. De él se dijo "hacia lo indespensable para cumplir con su tarea, muy listo... ni un salto más de lo que hiciera falta para terminar con su trabajo diario" (Felipe Coello). 

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