Opinión

¡Western ourensano!

A poco que escarbemos en nuestra historia, nos encontramos con infinidad de detalles simpáticos o, como en el caso de hoy, al menos llamativo por lo inesperado. Llevo una temporada incluyendo en mi Ephemera personal de la ciudad, muestras de la relación de Auria y los ourensanos con el cine; fruto de esa recopilación son los antiguos programas de mano que las salas repartían en el paseo para que el público supiera que estrenos podían disfrutar en la sala. Pocos los recordaréis. Los de mi edad (los cincuenta) acostumbrábamos recorrer las carteleras, que era como llamábamos a los pequeños escaparates que mostraban fotogramas del filme a la puerta de los cines; como excepción, el Avenida nos los mostraba en la esquina del Paseo donde hoy está la Lechera.

Ahora que lo pienso, en tiempos se pegaban carteles de cine en la Praza Maior y en los bellos porta-carteles que el ayuntamiento tenía situados en puntos estratégicos de la ciudad, padre Feijoo, Alameda etc. Ya me fui por las ramas, esos datos son de otro día.

A lo que íbamos. Hoy se trata de comentaros que nuestro más prolífico director, guionista y productor cinematográfico, Antonio Román, incluye entre su filmografía, un espaghetti western (co-producción hispano italiana ambientada en el Oeste americano). 

De vez en cuando merece la pena echar un vistazo a este cine que podríamos denominar de posguerra, del que nuestro vecino fue uno de los más representativos personajes; eso sí, tenemos que sentarnos delante de la pantalla con unas grandes dosis de permisividad en cuanto a los medios empleados; en el caso del género western, podemos presumir de haber sido un referente para sus producciones. 

Para los que estéis interesados en ampliar información sobre Antonio Román, os recomiendo leer el excelente y completo trabajo que José Antonio Coira Nieto 'Pepe Coira' saco a la luz en 1999 con la colaboración de la Xunta de Galicia. Para los que no tengáis ganas de buscar, en otras ocasiones recuperare otras películas.

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