A LIMIA

Xinzo entierra a la sardina con la vista puesta en la fiesta de Piñata

La lluvia no impidió que la comitiva fúnebre recorriese las calles de la capitalidad en una velada cargada de retranca y humor

Las calles de Xinzo de Limia se tiñeron de negro para, tras un largo mes de coloridas y animadas celebraciones, despedir al Entroido con el entierro de la sardina. La cita  del miércoles de ceniza es uno de esos festejos arraigados entre los lugareños, a quienes no hace falta motivarles mucho para salir a llorar detrás del "peixe" gigante confeccionado a base de papel de aluminio.

La lluvia no amedrentó a los participantes quienes a las ocho de la tarde se concentraron puntuales en la praza Maior para acompañar a las lloronas y a la comitiva oficial, en la que estaban representados miembros de la autoridad civil, militar y religiosa. La Agrupación Musical da Limia fue la encargada de mitigar con sus acordes los gritos de dolor y lágrimas ante el irremediable adiós del Entroido.

De regreso a la plaza, la lectura del testamento de la sardina antes de morir quemada en la hoguera dejó momentos para la risa y el humor al recordar algunos de los hitos más importantes del último año. No obstante, las penas de ayer no fueron muchas porque en A Limia todos saben que queda una última bala con la celebración de Piñata.

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