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Zapato feroz: la moda respetuosa

Calzado de Zapato Feroz
photo_camera Calzado de Zapato Feroz
Zapato Feroz es la firma con la que Laura García decidió crear los zapatos que no encontraba para su bebé. Así, con la ayuda de pediatras expertos, ha ido diseñando diferentes modelos que respetan al máximo la fisionomía y evolución del pie infantil

¿Cuál es vuestra historia?

Soy ingeniera en Diseño Industrial y aterricé por casualidad en el sector del calzado. En 2015, después de 12 años diseñando zapatos, fui madre de Roc. Al igual que a un piloto le debe dar miedo volar en un avión que no pilota, yo no podía dejar de buscar los zapatos adecuados para él. No encontraba la calidad y características que quería y que además me gustara. Decidí empezar este proyecto para que otras mamis como yo pudieran conseguir los zapatos idóneos. Quería buscar un concepto chulo. Héctor me decía que sería importante tener la palabra zapato en el nombre, ya que ayudaban a posicionar y recordar tanto la marca como la tienda online. Después de darle vueltas a la cabeza, apareció la idea de los bebés feroces, que fueran corriendo detrás del lobo, las abuelas contentas, los tarros feroces eran como en los que llevaba Caperucita su mermelada. Todo empezó a conectarse y nació Zapato Feroz. 

Apoyáis mantener al bebé descalzo el mayor tiempo posible. 

Somos una marca diseñada por y para los bebés. Nos formarnos en diferentes ámbitos relacionados con la fisiología de los bebés, podología infantil, crianza respetuosa, movimiento libre y desarrollo autónomo. Plasmamos todo lo aprendido, no solo en los diseños de nuestros zapatos, sino también en la filosofía que transmitimos con nuestra marca. El pie de un bebé sigue formándose morfológicamente hasta los 8 años. Si los niños no fortalecen sus pies de forma autónoma, hay más probabilidades de producirse problemas de pies planos o articulaciones con propensión a esguinces. La excesiva amortiguación no deja desarrollar correctamente las almohadillas plantares. Los zapatos con drop, diferencia de altura entre la zona delantera y trasera del zapato, producen acortamiento de la musculatura trasera de la pierna. Por otro lado, está el aspecto cognitivo, utilizar calzado grueso o rígido priva de información táctil y propioceptiva a nuestros peques, algo que juega un papel importante en el desarrollo del sistema nervioso. 

A nivel de diseño de las piezas, ¿en qué os inspiráis?

Básicamente en los peques y en su funcionalidad. Es muy importante la sujeción en el empeine, modelos prácticos, fáciles de poner, para ayudar a la experiencia de ponerse un zapato. Intentamos que sean neutros y que no tengan elementos que le sobre estimulen para que ellos puedan centrarse con más calma en este mundo nuevo por conocer.

¿Damos al calzado infantil la importancia que merece?

En el tema del calzado, como en otros aspectos de la crianza, hay muchas familias que siguen arraigadas al pasado y siguen las indicaciones de otros familiares o supuestos expertos. Hay muchos bulos y mitos, muy difíciles de erradicar. Los niños no se resfrían por andar descalzos, no necesitan zapatos para gatear y mucho menos para aprender a caminar. Nuestro podólogo infantil de confianza nos comentaba que faltan publicaciones científicas rigurosas en torno a este tema. Los podólogos pediátricos son los expertos en esta materia. Salvo contadas excepciones, no diagnostican ninguna patología antes de los 3-4 años de edad, ya que los niños van desarrollando su pie y sus pasos hasta esa edad. Por ese motivo, la labor de información debe estar en manos de pediatras y enfermeros pediátricos. Gracias a los profesionales que sí se actualizan, esta información se traslada de forma correcta a las familias. 

¿Cuál es el principal factor a tener en cuenta al elegir el calzado para un bebé?

En primer lugar debemos preguntarnos lo siguiente: ¿Le hacen falta unos zapatos a mi bebé? Debemos dejar claro que los bebés deberían estar descalzos el mayor tiempo posible. Todos los expertos están de acuerdo. Los bebés no necesitan zapatos hasta que no sea necesario proteger el pie. No necesitan zapatos para ir en el carrito, mochila o para gatear. Si nuestro peque necesita calzarse, lo más importante es que el zapato sea flexible en ambos sentidos, ligeros, con suela plana, espacio para sus dedos, plantilla extraíble y sin puente, sin refuerzos o contrafuertes rígidos… lo más similar a caminar descalzo. Otro factor que para mí es muy importante, es que no tenga metales pesados y tóxicos. En muchos países de Europa es inconcebible un calzado para bebés con cromo u otros metales, pero por desgracia, en España no tenemos una normativa al respecto. 

Además, os preocupáis por la moda sostenible. 

Nuestra piel es tres veces más cara que una piel normal, sin metales ni cromo, para su producción se necesita menos agua y también se generan muchos menos residuos. Fabricamos en Portugal y todos los componentes son de la zona. Nuestras suelas son totalmente reciclables por lo que si tenemos alguna sobra,  se puede volver a inyectar.

¿Por dónde pasa el futuro?

A corto plazo nos embarcamos a final de año en un crowdfunding para la preventa de una línea nueva para la segunda etapa del desarrollo del pie, tallas de la 24 a la 27. Un nuevo concepto y una alegría para los exferoces que echan de menos nuestros zapatos. Nuestra idea es crecer, pero de una manera sostenible. Queremos ser fieles al concepto, intentar ofrecer lo mejor al mejor precio. Cuando tu estructura crece tienen que crecer tus ventas. He visto de primera mano cómo muchas marcas suben de forma sistemática los precios o disminuyen la calidad de su producto para cubrir esos gastos fijos que se generan al crecer. Queremos continuar siendo pequeños pero matones. Que la fuerza feroz nos acompañe.

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