68-66. Un palmeo de Satoransky permite al Cajasol despedirse con victoria

Ondrej Balvin, pívot checo de Cajasol, arrancó el partido con cinco puntos consecutivos que le dieron las primeras ventajas a su equipo, pero un parcial de 0-14 en los últimos cuatro minutos del primer periodo puso a los rusos por delante.

El Spartak, que llegó a Sevilla con el segundo puesto ya asegurado y sin nada en juego, estiró la serie en el inicio del segundo periodo hasta el 0-22, lo que le permitió instalarse en una renta cómoda gracias, sobre todo, al escaso acierto de los sevillanos en el lanzamiento exterior y a los puntos que aportaba el serbio Dragicevic en la pintura (12 antes del descanso).

La reacción en el tercer cuarto se cimentó en una defensa en zona 1-3-1 ordenada por Aíto García Reneses con unas ayudas entusiastas que maniataron a los tiradores rusos y permitieron multitud de contragolpes fáciles al Cajasol, que se volvió a adelantar con una canasta más adicional de Holland en la primera jugada del periodo final.

La igualdad presidió los diez minutos decisivos hasta que un triple de Luka Bogdanovic puso al Cajasol con dos puntos de ventaja a falta de treinta segundos (66-64); el Spartak empató con un mate de Kurbanov pero Satoransky deshizo la igualada en la jugada final tras palmear un lanzamiento fallado por su compatriota Balvin.

- Ficha técnica:

68 - Cajasol (9+12+25+22): Blakney (7), Sastre (9), Holland (23), Triguero (2), Balvin (9) -cinco inicial-, Tepic (-), Satoransky (11), Bogdanovic (3), Burjanadze (-), Porzingis (2) y Asbury (2).

66 - Spartak San Petersburgo (17+18+13+18): Strelnieks (7), Zavoruev (-), Kurbanov (4), Dragicevic (14), Mavrokefalides (19) -cinco inicial-, Wright (2), Johnson-Odom (2), Dmitriev (3), Carter (12) y Korolev (3).

Árbitros: Milija Vojinovic (SRB), Carmelo Paternico (ITA) y Joseph Bissang (FRA). Sin eliminados.

Incidencias: Partido de la sexta y última jornada en el Grupo K de la segunda fase de la Eurocopa disputado en el Municipal de San Pablo ante 2.500 espectadores. La recaudación íntegra de la taquilla se donó a la familia de Susana Cabral, una niña afectada por el síndrome de Sturge Weber que debe seguir un costoso tratamiento.