El mundo entero y, especialmente Europa, se enfrentan a una crisis energética sin precedentes en la historia moderna. El conflicto entre Occidente y Rusia, cuyas consecuencias están teniendo lugar en territorio de Ucrania, ponen en jaque el modelo energético actual.
Y eso obliga a replantear el futuro del sector. Un ámbito en el que ninguna de las opciones cuenta con un consenso absoluto y que está más en el debate que nunca. El petróleo escasea y tiene consecuencias medioambientales nocivas, el gas es un bien que está obligando a negociar a todas las naciones, la energía nuclear asusta a las poblaciones cercanas a las centrales y tiene una complicada gestión, y la solar o eólica requiere de una gran inversión y no cuenta con un desarrollo suficiente a día de hoy.
Estos son los principales argumentos en el candelero pero, para usted, ¿cuál es la energía idónea en mitad de esta crisis?