Opinión

En 2015, nos vemos en el Chuo

La Xunta ha presentados sus presupuestos para 2014. Las valoraciones, como siempre, para todos los gustos y viciadas por la militancia ideológica de cada quien. La complejidad de un presupuesto de esta magnitud se puede presentar, leer e interpretar de mil maneras, según convenga. Pero al fin, la única lectura que vale es la que se pueda hacer cuando concluya el plazo de ejecución de las inversiones comprometidas, en 2015. Y esta lectura acostumbra a dejar una hilera de incumplimientos, de aplazamientos y de frustraciones. Un repaso a los sucesivos presupuestos, permite comprobar cómo se repiten obras, previsiones y partidas de forma sistemática. La modernización del Complexo hospitalario es un ejemplo palmario. Ha pasado ya por tres gobiernos y continúa siendo una asignatura pendiente. En 2015, nos vemos allí.

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