Se ha empeñado el presidente del Consello Regulador de Valdeorras, José Luis García Pando, en sembrar controversias gratuitas. Su último gran proyecto consiste en trasladar a O Barco una Feira do Viño que se desarrolla desde hace quince años en A Rúa. No consta de los barquenses petición alguna para quedarse con el certamen. Y sí consta el deseo de los rueses de conservarlo y mimarlo como hasta ahora. García Pando ha abierto un absurdo enfrentamiento, ajeno a los intereses políticos y de los bodegueros de ambos municipios. Mientras consellos como el de O Ribeiro, Monterrei o Ribeira Sacra trabajan cada vez con más eficacia en la dinamización de un sector en crecimiento y con un enorme potencial, el de Valdeorras, por obra y gracia de su presidente, desperdicia tiempo y dinero de todos inventando problemas donde no los había. El sector vitivinícola valdeorrés, rico en emprendedores, talento y recursos, no merece liderazgos minifundistas.
