Opinión

TRIBUNA| El señorío de Biedma, hace 650 años

Con el recuerdo histórico de esta cuarta donación real de Enrique II al señor de Biedma Juan Rodríguez, después de las efectuadas en enero de 1368: Loveira, Entrimo, Arauxo y Abelenda, y ya en 1369 las tres siguientes: Vilanova dos Infantes, Castrelo y Espinoso en abril; en julio: Xinzo de Limia, Gánade, Miño y Barbantes; y ya en octubre del mismo año los pueblos, castillos y valles ahora entregados. Riós entonces era Soto Bermud y Baños de Molgas era tierras de Todea. Este hecho nos permite retroceder en la historia para conmemorar y valorar con una perspectiva secular aquellos acontecimientos y actuaciones de los señores y vasallos, nuestros antepasados, sujetos activos en la nueva situación que se les presentaba, que marcaba el inicio de un nuevo señorío que, a la postre, se convertiría en la Casa y Condado de Monterrey.

A finales del siglo XIII habían llegado los Biedma a Galicia con órdenes claras de Sancho IV : “Fernán Ruiz primer poseedor de la dicha casa de Monte Rey, que se crió en servicio del Señor Rey Don Sancho el Bravo i después en el del señor Don Fernando, por satisfaçión que tuvo de su persona… le enbió el Rey a pacificar  a Galicia que la tenían tiranizada y fuera de la obediencia algunos cavalleros della…”. No será un simple servicio señorial, pues los Biedma enraizarán en nuestra tierra. Don Fernán se unió en matrimonio con Marina Páez de Sotomayor, hija del señor de Rianxo, Payo Gómez Charino, teniendo abundante descendencia. 

Eran conscientes de la importancia del permanente servicio y lealtad a la Corona, incluidos los sacrificios personales que conllevaba el seguimiento personal y proximidad a la persona regia que, en el transcurso de varias generaciones, podrían alcanzar el beneficio de las mercedes reales con el correspondiente ascenso social y poder económico, facilitándoles el deseado honor de la nobleza. Irán adquiriendo propiedades por compras o permutas, como las ofrecidas por Fernando IV en 1308 de Aguiar de Moa, Laias y Val de Salas en A Limia, a cambio de sus posesiones en Murcia.  

Seguirán sus herederos el mismo camino de servicio y lealtad marcado por su padre Fernán Ruiz. Su hijo Ruy Páez fue justicia mayor de la casa de Alfonso XI, adelantado de Galicia, copero del infante don Pedro y teniente de los castillos de Allariz y Monterrei. Si en 1340 habían acudido los hermanos Biedma a la batalla del Salado, en 1350 participarían con sus huestes en la toma de Algeciras, yendo al frente el heredero Juan Rodríguez. Álvaro Pérez de Biedma era nombrado obispo de Mondoñedo y luego Ourense y Mayor Fernández de Biedma se casaba con Juan Pérez de Noboa, señor de Sandianes.

Por tanto los Biedma se establecían en A Limia con propiedades y gran futuro, pues Alfonso XI les había concedido las primeras mercedes con la donación de la heredad de Portela, Abavides y Castillo da Pena que ya  constituían una significativa propiedad en 1342, fecha del fallecimiento de Ruy Páez de Biedma.

Todo cambió de signo con la subida al trono de Pedro I y su política que ocasionaría la sublevación de buena parte de la nobleza y con ellos de Rodrigo Yáñez de Biedma, hijo de Juan Rodríguez que, al ser apartado su padre del puesto oficial de copero consideró tal acción un deshonor para su linaje. Entró en deservicio real y acabó siendo ajusticiado por orden regia. Los sentimientos del señor de Biedma cambiaron de signo inevitablemente y, aunque seguía con las tenencias de los castillos de Allariz y el de Monterrei, donde en la primavera de 1366 se habían reunido don Pedro y sus leales gallegos, Juan Rodríguez se pasaría definitivamente al bando enriqueño a partir de esa fecha, encontrándose en Montiel en 1369 cuando Beltrán du Guesclin asesinó al rey don Pedro. 

Ocupado el trono por Enrique II, sus fieles seguidores fueron premiados con abundantes mercedes, como fue el caso del señor de Biedma que, entre 1368 y 69 fue premiado generosamente con las poblaciones y valles mencionados. El Albalá real  así lo atestigua: “Sepan quantos esta carta vieren… por este Previlegio, cómo Nos Don Enrique por la gracia de Dios Rey de Castilla… dámosvos en donación por juro de heredad para agora y para siempre jamás a Villa de Rey con todos sus alfoces, e a Soto Bermud, con Val de Laza, y el castillo de Santibáñez de Barra, con las tierras de Todea e de Peñafiel. E dámosvos estos dichos lugares con todos sus alfoces e términos e aldeas e pertenencias, e todas las rentas, pechos e derechos… Fecho en Braganza a 20 de octubre Era de mil quatrocientos y siete años.  Nos el Rey”.

El señorío de los señores de Biedma ya quedaba constituido en toda su extensión y poderío, tal como pasará a unirse con los Zúñiga, ya vizcondes de Monterrey, por matrimonio de la cuarta señora doña Elvira de Biedma con Diego López de Zúñiga el Mozo el año 1406.

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