Opinión

Con la mente sana y activa

La edad no tiene porqué ser un impedimento o limitación para hacer actividades, especialmente aquellas que por falta de tiempo no hemos podido realizar durante la etapa laboral. Si bien lo anterior se puede aplicar a todas las personas, con independencia de los años cumplidos, posiblemente tenga más sentido cuando se deja de tener obligaciones laborales y las personas pueden dedicarse a aquello que realmente les gusta. Hacer cosas por la simple satisfacción y no por obligación.

Con los años no se debe dejar de realizar actividades deportivas, claro está, adaptadas a la edad. Esto es así porque ejercer una práctica deportiva posibilita una mejora calidad del sistema óseo, aumenta la fuerza muscular, refuerza el sistema inmunológico y potencia la capacidad cardiorespiratoria. Por lo tanto, el ejercicio continuado de la actividad física se traduce en un compendio de beneficios para el organismo, que sin duda mejorarán la calidad de vida de todas las personas, especialmente a medida que vamos cumpliendo años. 

Lo mismo se puede señalar de todas aquellas actividades que permiten cultivar la capacidad intelectual. Si durante la etapa laboral nuestro cerebro está trabajando en todo momento, cuando lo dejamos de hacer, corremos el riesgo de dejar de utilizarlo tan asiduamente. Por este motivo, si las personas mayores realizan cursos de formación, esto les permite aumentar su memoria y se reduce el riesgo de padecer enfermedades como la depresión o la ansiedad, algo muy común cuando vamos cumpliendo años y dejamos atrás nuestra vida laboral.

A veces se escucha que con los años se pierde capacidad intelectual. Sin embargo, diversos estudios han señalado que cuando cumplimos años, mejoran algunas de las funciones de nuestro cerebro, como el pensamiento reflexivo –esto es, el establecimiento de un orden para planificar las ideas de la mejor forma, evaluar lo que realmente se necesita y corregir todo aquello que se puede mejorar- el mayor uso del vocabulario -como consecuencia de haber aumentado con los años nuestra capacidad de comunicación y expresión-,  o la memoria a largo plazo –es decir, aquella que permite guardar recuerdos por un período de tiempo muy amplio y que salvo enfermedad degenerativa o accidente, se suelen mantener intactos durante toda la vida-. Como se puede comprobar, mantener la mente activa supone un amplio conjunto de beneficios.

Por todo ello es importante mantener la actividad cerebral en todo momento, especialmente a medida que vamos cumpliendo años. Podemos hacer el símil de que nuestro cerebro es como nuestro cuerpo cuando hacemos ejercicio. Cuanto más lo forcemos, cuento más nos cueste, mayores serán los beneficios que obtendremos. Ambos tipos de actividades, tanto físicas como intelectuales, se ofrecen por la Universidad de Vigo en los tres campus de la institución olívica. 

Desde el punto de vista formativo, en los tres campus contamos con una amplia oferta para nuestro alumnado más veterano, tanto en el ciclo intensivo –con materias específicas para el estudiantado, como en el integrado- donde nuestro alumnado asiste a las clases de las materias de grado junto a los alumnos más jóvenes. Se trata del Programa Universitario de Mayores (PUM) de la Universidad de Vigo, una actividad que se viene desarrollando desde hace más de dos décadas, con un indudable éxito.

Además, los alumnos del PUM pueden utilizar las completas instalaciones deportivas de cualquiera de los tres campus universitarios, pudiendo realizar actividades adecuadas a la edad y condición física de cada uno de nuestros estudiantes. 

Como se puede comprobar, desde la Universidad de Vigo se dispone de un completo programa que permite ofertar a nuestros estudiantes seniors una interesante oferta tanto para el cuerpo como la mente. Algo que debiéramos tener presente durante toda nuestra vida. Una mente sana en un cuerpo sano.

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