Opinión

Socialdemocracia

Los países nórdicos están superando la pandemia de la covid-19 mejor que otros. En Suecia y Noruega gobiernan los socialdemócratas, con una gran tradición de éxitos en la configuración de sus estados del bienestar. La socialdemocracia en estos países ha sabido transitar de la lógica de la solidaridad a la de los derechos. Las prestaciones sociales de todas las Administraciones -central, autonómicas y locales- están vinculadas, de una u otra forma, a los mecanismos de solidaridad.

Pero la desigualdad, e incluso la pobreza, es una realidad en sí misma, al margen de que se tenga empleo o se disponga de una vivienda. No padecer pobreza es un derecho de los ciudadanos, como también lo es disfrutar de una vivienda digna; derechos que hay que financiar con impuestos. Es lo que hicimos con la sanidad: de estar vinculada a la lógica de la solidaridad de la Seguridad Social pasó a ser contemplada como un derecho y financiada con los impuestos

El PSOE ha encontrado un líder que intuyó y racionalmente se mostró abierto a los nuevos problemas, comenzando por la desigualdad, unas bases militantes que estaban hartas del socialismo de salón y de gestión en el que se había convertido el partido y un reposicionamiento ideológico que declaraba al PSOE como portador de una alternativa no solamente frente a los partidos conservadores de derecha, sino frente a un sistema económico que parece destinado a crear desigualdades crecientes. 

Es la recta socialdemócrata que ahora Pedro Sánchez tendrá que aplicar a los tiempos impensados de esta crisis pandémica. 

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