Opinión

¿Y las elecciones para cuando?

En Galicia, sus ciudadanos no pudieron votar cuando las elecciones a su Parlamento habían sido convocadas, presentadas las listas de candidatos y comenzada la precampaña. Habían sido publicadas encuestas varias que en algunos casos vaticinaban la posibilidad de un cambio político en la Xunta.
Sin embargo, todo se vino al traste con la expansión de la Covid-19 y la declaración del estado de alarma. Después de alguna vacilación inicial, el Partido Socialista de Galicia apoyó la propuesta de Núñez Feijoo de aplazar o suspender unas elecciones, para lo que se decía se carecía de cobertura legal. Entonces ¿cómo se puede en un Estado de derecho hacer algo que contraviene la ley? Y se hizo, como todo el mundo sabe. El viejo principio autoritario del Derecho romano, "salus pública suprema lex esto", se impuso sobre la legislación vigente y la misma Constitución.
Habrá tiempo para analizar y constatar un juicio sereno sobre la constitucionalidad de este aplazamiento electoral. Ahora, echando un vistazo de soslayo sobre el futuro inmediato en el resquicio que deja el maldito coronavirus, hay que preguntarse: ¿y las elecciones para cuándo?

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