Opinión

Tres españoles de tres Españas

TVE estrenó la serie titulada “El Ministerio del Tiempo”. Tranquilos, no supone más gasto ni se trata de un ministerio meteorológico. Cuando vi el tráiler anunciándolo me pareció interesante porque siempre me gustaron las historias de otras épocas y lo relacionado con la posibilidad de viajar en el tiempo. La trama se desarrolla en un ministerio español y secreto que controla, desde la época de los Reyes Católicos, unas puertas escondidas en los bajos de un antiguo edificio, propiedad de un judío, por las que se puede acceder al pasado, por cada puerta a una época distinta. Así que los dirigentes del Ministerio del Tiempo se traen al año 2015 a un soldado de los Tercios de Flandes (siglo XVI) y a una señorita del XIX que es, según dicen, la primera mujer universitaria. A partir de ahí el Ministerio les encarga, junto con un español actual, la resolución de diversos entuertos que ocurren en distintas épocas de nuestra historia, a la que ellos acceden con solo atravesar la puerta correspondiente.
La serie me gusta por tres razones. La primera, porque es simpática. Cuando los del Ministerio los presentan, el español del 2015 se va derechito a darle un par de besos en la cara a la señorita del siglo XIX (típico), mientras ella, ante tamaña osadía, se turba y extiende su mano para que se la bese. Al mismo tiempo, el soldado de los Tercios de Flandes, muy reverencial, saluda a los otros españoles con una gran inclinación de cintura, moviendo el brazo con soltura dibuja un corazón, y no les da la mano. Total que al final acaban tropezando y liándose los tres, porque cada uno hace lo propio de su tiempo -incompatible con el de los demás- y de ¡su España!
La segunda razón por la que me gusta, es porque a través de estas puertas, en cada capítulo de la serie, se puede acceder a muchas épocas de nuestra historia, lo que casi permite un repaso de la misma, si se quiere muy general, pero repaso al fin y al cabo. Y en ese repaso, al menos en el primer capítulo, se ve claramente que la historia de España tiene sus luces y sus sombras, que no todo es de color negro, como algunos nos quieren hacer creer. Por ejemplo, el soldado de los Tercios se queda sorprendido cuando se entera que a principios del siglo XIX nuestro país estaba ocupada por los franceses y que se libró la guerra de la independencia. No sale de su asombro, porque en su época mandábamos en el mundo y fue el Siglo de Oro de nuestras letras, sí, de la literatura, y eso que no había medios. Es como si el soldado de Flandes dijera, “¿pero que España es esta del futuro, peor que la mía?”, curioso, y eso que no sabe que ahora mandan los alemanes.


La tercera razón está basada en la posibilidad de viajar en el tiempo, estar en el pasado, no verlo. Para ver el pasado sólo hace falta mirar al firmamento una noche despejada y veremos estrellas que ya no existen. En la serie, los personajes viajan del pasado al presente con “billete de vuelta”, aunque sea en la ficción. Esto de viajar en el tiempo, además de no ser posible –al menos de momento- plantea la duda de si se debe intervenir y cambiar la historia. En el primer capítulo, dos franceses de la época de Napoleón encuentran por casualidad la puerta de acceso al año 2015 y se enteran en una librería que van a perder la guerra, así que se vuelven a su época con un libro que cuenta lo que ocurrió y los personajes que intervinieron en la misma, con el propósito de eliminarlos, que es precisamente la misión que el Ministerio les encarga a nuestros tres personajes, evitar que con una información del siglo XXI dos franceses de 1808 puedan cambiar la historia. Los tres españoles, uno del siglo XXI, otro del XIX y el último del XVI, todos a una, evitan que la historia se cambie, porque es la nuestra, con sus pros y sus contras. Un buen Ministerio el del Tiempo, capaz de unir, en la ficción, a tres españoles de tres Españas y darnos su punto de vista. Dice la canción de Presuntos Implicados, “como hemos cambiado…”. Y es cierto, aunque los tres son españoles.

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