Opinión

LAS GAFAS INTELIGENTES

El otro día leí que unos científicos de la Universidad Carlos III de Madrid acaban de desarrollar unas 'gafas inteligentes' que se aplicarían en las clases de los colegios y universidades. Lo primero que pensé fue: ¡para que después digan que en España no se inventa! La cosa consiste en unas gafas (conectadas a un servidor) que se pone el profesor durante la clase y que le permiten visualizar símbolos encima de la cabeza de cada alumno, que previamente han tenido que ser activados por éste a través de su teléfono móvil. Por ejemplo, si el alumno no ha entendido la explicación de un problema matemático activa el signo de la interrogación '?' y el profesor, a través de sus gafas inteligentes, ve ese signo encima de su cabeza e inmediatamente sabe que debe explicarlo otra vez.


Esta nueva tecnología 'made in Spain' puede tener algunas aplicaciones aprovechables, pero mucho me temo que solo servirá para empeorar el nivel de la enseñanza. El primer inconveniente es que todos los profesores tendrían que llevar puestas unas gafas que seguramente serán de unas dimensiones parecidas a las de buceo, con la consiguiente guasa de los alumnos; pero es que además éstos tendrían que ir a clases con sus móviles y tenerlos activados, y esto sí que puede dar lugar a situaciones jocosas. Imagínense que dos alumnos, en vez de atender, están ligando en clases y se mandan un icono que representa un corazón, inmediatamente surge la pregunta: ¿el profesor verá el corazón encima de la cabeza del alumno y sabrá que está enamorado?; y si lo ve: ¿ello afecta al derecho a la intimidad de los alumnos? (artículo 18 de la Constitución).


Con independencia de estas 'importantes' cuestiones tal vez sería mejor aplicar el método tradicional, es decir, atender en clase a la explicación (con el móvil apagado, por supuesto), y cuando el alumno no entienda levanta la mano y pregunta al profesor. Lo de toda la vida, para entendernos. No obstante también se afirma que este nuevo sistema permite saber a través de las gafas las respuestas que han dado los alumnos a una pregunta del profesor, y en este sentido el descubrimiento puede ser provechoso no solo para la educación, sino también para otros campos, por ejemplo, piénsese en un mitin político en donde todos los asistentes tengan conectados sus móviles al sistema de las gafas inteligentes que lleva puestas el político-orador y que éste dice: ¡os vamos a dar una vivienda gratis a todos!, e inmediatamente, a través de las gafas, ve miles de iconos que representan una cara partiéndose de risa, o que afirma ¡os vamos a bajar los impuestos!, y otra vez miles de iconos que representan dos manos aplaudiendo. Pero si dijera: ¡os vamos a bajar las pensiones!, entonces vería miles de iconos que representan una mano con el pulgar hacia abajo, como en la época del circo romano, lo cual demuestra que desde la época de los romanos hemos avanzado mucho, ya que ahora no utilizamos el pulgar de carne y hueso sino el virtual y además lo vemos a través de unas 'gafas inteligentes'.


Claro que si el sistema se perfecciona y los asistentes al mitin también pueden llevar gafas y hacer ellos preguntas al político-orador podríamos armar un jaleo de dimensiones mundiales. En fin? está claro que hay que seguir inventando para que los dineros públicos sean provechosos y den el rendimiento que todos esperamos, aunque de vez en cuando hagamos algo que realmente no sirve para nada, aunque sí virtualmente.

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