Opinión

GALICIENCIA 2013

He tenido el honor inmerecido de ser miembro del jurado de Galiciencia 2013 por invitación del Parque Tecnológico de Galicia (Tecnópole). He visto los proyectos e ideas de los estudiantes que han participado y oído sus exposiciones, y les puedo asegurar que el nivel que he apreciado es muy elevado. No sólo porque sus ideas sean originales y prácticas, sino también porque la educación de estos chicos al presentarse y la claridad al exponer ha sido de sobresaliente.


El ganador absoluto fue el sistema para evitar que un conductor despistado entre en una autovía en sentido contrario. Se trata de una idea sencilla que mejora, a muy bajo coste, la seguridad de la circulación y que es fácilmente aplicable. Y esto lo lograron dos chicos de Lugo a los que se les veía entusiasmados con su idea, con su maqueta y creyendo en lo que exponían.


Está claro que todo lo que se construye ha de tener una base sólida. Si realmente queremos que nuestro sistema educativo y económico se base en la inteligencia debemos fomentar en los colegios la cultura de la innovación, sabiendo que no todos los chicos lograrán el nivel expuesto en Galiciencia, pero que lo importante es estimular su curiosidad y su imaginación, haciendo de la innovación algo entretenido y participativo, enseñándoles a exponer sus ideas de manera correcta y educada.


Muchos de mis amables lectores recordarán que hace unos 40 años -como pasa el tiempo- hubo un concurso de conocimientos entre colegios de toda España que se llamó 'Cesta y Puntos' (que por cierto ganó un colegio de Ourense) y que fue todo un fenómeno social, además de un muy buen ejemplo para los estudiantes de esa época. Aquello fue una gran idea. Tal vez ahora la Consellería de Educación de la Xunta podría promocionar o estimular la innovación en los colegios de Galicia con un concurso y distinguir a todos los que participen con una certificación de 'Colegio Innovador' como sello de calidad, de la misma manera que se distinguen por ser plurilingües.


Nuestra sociedad está inmersa en una crisis -mutación, según el diccionario de la RAE- en la que intentamos salvar todo lo bueno que se hizo hasta ahora pero al mismo tiempo surge algo nuevo que hay que sumar, encauzar y estimular de forma inteligente y en todos los ámbitos. Un concurso de innovación entre los colegios podría ser una idea aprovechable. Vaya usted a saber si a un estudiante de ESO o Bachillerato se le ocurre una idea para cambiar el botellón por algo más sano y entretenido. Con imaginación todo es posible.

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