Dicen que en 1901 Carl Benz, el creador de la marca Mercedes Benz, vaticinó que el mercado de automóviles sería limitado porque “no va a existir más de un millón de personas en todo el mundo capaces de ser entrenados como chóferes”. Después de esta “acertada” conjetura, me he animado a exponer algunas predicciones sobre el Mundial de Fútbol de Brasil, que, como todo el mundo sabe, empieza el próximo 12 de junio y en el que España defiende su título de campeona del mundo.
A los que nos gusta el fútbol siempre nos crea una cierta inquietud saber si nuestra selección ganará o perderá, así que últimamente he leído algunas predicciones que me han dejado un tanto perplejo, no sólo por la cualificación de quienes las han hecho, sino también por la “rigurosidad” de sus análisis. La primera fue la que ha hecho Stephen Hawking, sí, el gran astrofísico de la Universidad de Cambridge y titular de la misma cátedra que ocupó nada menos que Isaac Newton (el que descubrió la teoría de la gravedad cuando le cayó encima una manzana). Dice Hawking que después de analizar los datos de los campeonatos del mundo desde 1966 resulta que si la selección inglesa juega de rojo, con un sistema 4-3-3 (en vez del habitual 4-4-2) y el árbitro es europeo, Inglaterra tiene muchas posibilidades de ganar el mundial. Y yo digo, si a lo que dice Hawking se le pudiese añadir que el árbitro, además de ser europeo, fuese un hijo de la Gran Bretaña, entonces sería casi seguro que Inglaterra gana. Lo curioso de la predicción de Hawking no está tanto en la propia predicción, sino en el hecho de que alguien tan inteligente y sabio se pare a pensar en el fútbol en los ratos libres que le deja el estudio del universo, que éste sí que es complicado. En fin, si Hawking se entretiene con el fútbol, qué no haremos el resto de los mortales.
Tal vez siguiendo el ejemplo del eminente astrofísico, los analistas del grupo financiero Goldman Sachs también se han animado a hacer su predicción y han llegado a la conclusión de que la selección española perderá en semifinales basándose en las estadísticas desde 1960, y que será Brasil quien gane la final a Argentina. Claro que estos de Goldman Sachs son los mismos que en el mundial de Sudáfrica dijeron que lo ganaría Brasil, y los que no fueron capaces de adivinar el fraude de las hipotecas subprime que ellos mismos crearon y por el que han sido acusados en Estados Unidos, así que tampoco hay que hacerle mucho caso porque sus análisis y estrategias dejan mucho que desear y seguramente tienen “gato financiero encerrado”.
Dejando predicciones aparte, el único que en el mundial de Sudáfrica acertó el vencedor de cada partido que jugó la selección española fue el pulpo Paul, y lo hizo sin necesidad de analizar estadística alguna, solamente utilizando la conocida inteligencia intuitiva de los cefalópodos, vamos, que las ven venir. Y ya que los astrofísicos, financieros y pulpos hacen predicciones, yo también me tiro a la piscina y me arriesgo a hacer dos, la primera es que España le va a ganar la final a Brasil con gol de Diego Costa, y la segunda es que, si se cumple la primera predicción, Diego Costa o no vuelve a Brasil en su vida o si lo hace será de incógnito. Y se preguntarán ustedes en qué me baso, pues en que por algo somos los vigentes campeones del mundo y en que me puedo imaginar el enfado que van a coger los brasileños con su paisano Diego Costa si les fastidia el mundial. Pura lógica.
