Opinión

El paro y los puntos cardinales

Cuando yo estudiaba COU en Salesianos, en la asignatura de Geografía Económica se nos explicaba que las regiones más industrializadas de Europa giraban en torno a las cuencas de los ríos Rin y Ruhr, que como se sabe están situadas en el triangulo que forman las ciudades de Bonn, Düsseldorf y Dortmund en el noroeste de Alemania, casi en la frontera con Holanda, Bélgica y Francia. Y cuando se decía que las zonas más industrializadas de Europa giran en torno a esas cuencas, se referían no sólo a las zonas limítrofes con ellas, sino también a su poder de atracción sobre otras de los demás países de Europa, de tal forma que cuanto más cerca está una región europea de las cuencas del Rin y del Ruhr, estaba y está más industrializada. Por ejemplo, en España las zonas más industrializadas son las del nordeste (Euskadi, Navarra y Cataluña); en Italia, el norte (Milán, Turín); en el Reino Unido, la región más industrializada es el sur (la de Londres) por ser la más cercana a esas cuencas, y en Polonia es el oeste, porque también es la más próxima a Alemania. 

Tal vez ello se deba a que esas cuencas eran el epicentro de producción de carbón y acero, en su época materiales básicos para la producción industrial a gran escala, y por ello las industrias de los distintos países se instalaban en las zonas más cercanas a la misma, con más fácil acceso y por lo tanto con un coste más bajo. Es decir, que la industrialización de las regiones de Europa está relacionada con su proximidad al centro de Alemania, de tal manera que en los países del sur (España, Italia, Portugal) las más industrializadas son las del norte, en los países del norte (Reino Unido, Dinamarca, Suecia) las más industrializadas son las del sur, y en las naciones del este de Europa (Polonia) las más industrializadas son las del oeste. Y ustedes dirán, esto parece un galimatías (según el diccionario de la RAE, “lenguaje obscuro por la confusión de las ideas”), y sin embargo no lo es, sino más bien todo lo contrario, esto arroja mucha luz sobre lo que ocurre en España con el paro. 

Se acaba de publicar la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre del 2014 y el resultado es que el paro se ha situado por debajo del 24% por primera vez desde el año 2011, en concreto se sitúa en el 23,67%. Este evidentemente es un buen dato, pero lo que realmente llama la atención es ver el mapa del paro en España por comunidades autónomas y comprobar que existe una línea divisoria entre el sur y el norte que se trazaría desde Salamanca hasta el norte de Valencia pasando por Madrid; de esta línea para arriba, el paro es de un 19% de media, y de esa línea para abajo, el paro es de algo más de un 30%, también de media. Con la particularidad de que las regiones con menos paro son las más cercanas a la cuenca del Rin y del Ruhr, o sea, Euskadi y Navarra. También es muy significativo ver como en la EPA se afirma que las regiones en las que más bajó el paro son Cataluña, Madrid y Valencia, y también Galicia. 

Así que la conclusión que se puede sacar es que lo que nos enseñaban en COU en la asignatura de Geografía Económica sigue en vigor: que las regiones más industrializadas son las más cercanas geográficamente a Alemania y que estas son las que tienen menos paro, de lo que se deduce que el índice de paro tiene una relación directa e inversa con el grado de industrialización, a más industrialización menos paro y viceversa. Y esta industrialización es precisamente la que falta en el sur de España de forma alarmante, y por ello, al depender el empleo de la construcción y del turismo, y pinchar la burbuja inmobiliaria, el paro es masivo. Y menos mal que el turismo ha vuelto a optar por países seguros como España, porque si no apañados estaban los del sur ibérico. En fin, que no se conforma el que no quiere y los del sur de España siempre pueden decir que la culpa de su paro galopante la tiene el punto cardinal en el que están situados, y tal vez tengan razón.

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