Opinión

Juego en equipo y un triste final

Probablemente en épocas de mayor dificultad es cuando se ven los progresos y pequeñas mejoras con un prisma más objetivo.
Como seguramente al Pabellón las cosas no puedan irle peor a nivel deportivo, el análisis de equipo tiene que sobrepasar el ya casi siempre previsible resultado para encontrar otro tipo de motivación.

El otro día ante Bizkaia, para mí el mejor equipo que ha pasado en mucho tiempo por Os Remedios (lástima que solo lo viésemos 40 personas), pude observar un cambio positivo en la actitud del Pabellón.

El sábado, el equipo ourensano fue, o por lo menos jugó como un equipo por primera vez en toda la temporada. Tuvieron que pasar 16 jornadas para que las chicas entrenadas por Benjamín Rodríguez entendiesen sus roles y se dedicasen a remar en una misma dirección, sin individualidades, siempre pensando en el colectivo.

El único hándicap, un rival a años luz que poco o nada permitió hacer a las jugadoras locales mientras se mantuvieron en cancha. Eso sí, por fin hubo circulación de balón, tiro exterior con criterio y acierto e incluso intentos más o menos fructíferos de contraataque, lástima que fuese ante Bizkaia, lástima que sea tarde.

Quedan seis jornadas y poco o nada queda que rascar. Qué pena ver como un equipo se desmorona y pierde el norte. Qué lástima sentir que a nadie o casi nadie le importa lo que le suceda al club fuera de los habituales.
Siempre se dice que uno tiene lo que merece pero, ¿merece el Pabellón este final?

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