Un buen amigo me dijo en una ocasión en la que las cosas se le torcieron sobremanera, que el trabajo duro y el esfuerzo siempre tienen recompensa, ya sea al día siguiente o con el paso de los años. Tenía razón. Él, ahora triunfa en su trabajo temporada tras temporada y el COB, después de vivir el que probablemente haya sido el ascenso más largo de la historia, por fin puede paladear el premio del ascenso a la ACB que con tanto trabajo se labró en la pista.
Ayer el COB, desde el más veterano de los aficionados hasta el presidente, pasando por jugadores y cuerpo técnico vieron recompensado su sacrificio. Lejos queda el mes de agosto del 2014, cuando el equipo apuntaba a Primera nacional, ¡Las vueltas que da la vida! A partir de octubre Ourense volverá a estar asociado a los Joventut, Barça o Estudiantes, codeándose con los mejores jugadores de Europa y luchando por quedarse muchos años en esa liga de la que nunca debió salir hace ya 15 años.
Ahora toca remangarse. El tiempo apremia y una vez más habrá que hacer ingeniería para cuadrar todo antes del inicio de la temporada. También toca arrimar el hombro, todos queremos deporte de calidad en esta ciudad y provincia pero habrá que estar a la altura. Los abonos deben volar, Ourense debe demostrar por qué es conocida como una ciudad que sabe de baloncesto. Es momento de disfrutar, por delante una temporada 2015-2016 ilusionante. Disfrutadlo, os lo merecéis más que nadie.
