Opinión

Retorcer el voto hasta el dolor

Lunes, 10 - Entre tahúres del Miño o Mississippi

La política es ejercicio de tahúres desde que los reyes armenios mantenían relaciones imposibles con los cruzados. Luego, vestidos o no con chaleco y reloj sobre un barco que surca el Mississippi —como definió Alfonso Guerra a Adolfo Suárez— estos trileros bañados con la pátina de la legalidad siguen apareciendo sobre el casino de la política postelectoral. El lunes, como durante toda la semana, las cartas iban por debajo de la mesa, mientras la gente miraba al tapete, ilusos. Pactos delirantes y diletantes, solo aptos para huérfanos de escrúpulos. Mientras todo se urdía, por el periódico sobrevivían algunas noticias con escasa fortuna también protagonizadas por munícipes con escasa querencia a la labor. Una de ellas que 35 concellos de la provincia aún no aprobaron su presupuesto, pese a que en muchos tienen mayoría absoluta. Tahúres de medio pelo, ni siquiera como el de Sabina en su rock and roll de los idiotas: "Y mi alma de tahúr lo puso al doble o nada"

Martes, 11 - Crítica ahogada por el regateo de la plaza

Algunas actuaciones municipales causaron sonrojo. Pocas y aún por encima malas. El ejemplo del martes era el mal lavado de cara del parque de A Ponte. Presentado en su momento con el boato y la parafernalia del politiqueo, el apaño se vino a sumar a la lista de oprobios hacia el barrio de A Ponte, al lado de la plaza de abastos de los dos millones de euros públicos, inaugurada a pesar de que nunca abrió y cerrada sigue. El martes la noticia empujó en las páginas de este diario y las voces que protestaron por la chapuza quedaron ahogadas por el ruido de la política y los pactos, también ese martes, una vez más. Los vendedores de crecepelo estaban ya preparando su brebaje y a veces dscutían, como siempre solo por el puestiño. Sustituyeron por una vez al regateo de las placeras, mudas porque el mercado fantasma está cerrado, sí inaugurado. Pero, sobre todo, por la competencia que les salió en las sedes electorales, en donde ya se regateaba la dignidad. 

Miércoles, 12 - El Padrenuestro y la venta del top manta

Desde el punto de vista informativo la estadística es como el Padrenuestro y el pan de cada día. En el dánosle hoy la bofetada resonó en la cara de los autónomos. Dice la teoría oficial que mejor un trabajillo por cuenta ajena aunque sea mal pagado que el vértigo de salir todas las mañanas a colocar la mercancía. Demuestran los datos que no hay relevo generacional en el comercio y que los atlantes que sujetaron la persiana durante décadas la están dejando caer. Un millar de bajas entre los autónomos el último año demuestra también que las políticas del autoempleo, como decía el profesor Andrés Mazaira, han sido un fiasco. Más de 23.000 ourensanos son sus propios jefes, que está muy bien para la tarjeta de visita, pero no para ir a la guerra química con lanza. Los comerciantes buscan resuello y salen a respirar a la puerta de la tienda. Fuera, el top manta político vendiendo mercancía falsa y pactos en forma de apaños que ahogan la ilusión. Vociferan que el disco que venden es de la Sinfónica de Londres, pero lo que suena es La Charanga del Tío Honorio.

Jueves, 13 - Cáritas no cuelga el cartel de no molestar

Durante el año 2018, Cáritas Ourense atendió a 8.072 personas en situación de pobreza, casi 1.000 usuarios más que en 2017, cuando la entidad atendió a un total de 7.281. "Esta cifra interrumpe la tendencia al descenso que veníamos experimentando en los últimos años", explicó María Tabarés, directora de Cáritas Ourense, durante la presentación de la Memoria 2018. Así empezaba una información de este periódico el jueves. Pobreza cronificada, solidaridad con fecha de caducidad y cosas por el estilo. Todos los días sigue habiendo muchas urgencias sociales, pero en las instituciones han colgado de sus puertas el cartel "silencio, se urde apaño". La sociedad de pánfilos en la que vivimos espera paciente el despertar postelectoral. Mientras, Cáritas sigue abierta, dando beneficencia, en espera de que las instituciones den derechos.

Viernes, 14 - Formas que no van a caducar, al contrario

El Ourense de la desilusión, la desorientación y el desconcierto político se carga algunos números de las fiestas de Ourense, próximas ya y sin que casi nadie las espere, gracias a la estulticia institucional. El periódico decía que la batalla de flores y la feria medieval se suman a la lista de víctimas de la estulticia municipal, consecuencia de una forma de estar en el Concello que no va a caducar.

Sábado, 15 - Luchar para perder cuando mejor lo tenían

Y  la palabra que más se pronunció fue vergüenza. Hubo, claro, expresiones más imaginativas, incluso más hirientes, pero la de vergüenza es un básico del lenguaje, como el vaquero en la moda. Turbación del ánimo ocasionada por la conciencia de alguna falta cometida o por acciones deshonrosas y humillantes, define el diccionario. Deshonra o falta de dignidad también compitieron en el desahogo público cuando se dio a conocer el pacto entre PP y Democracia Ourensana para repartirse los timones del Concello y la Diputación. Han retorcido hasta el dolor el sentido del voto de las últimas municipales, aplicando métodos del Santo Oficio, poniendo al servicio de la causa burdas torturas como la doncella de hierro o la horquilla del hereje. El pacto se vende como mercancía bíblica, con este pomposo encabezamiento: "Un futuro para Ourense, principios inspiradores dun acordo para os cidadáns". Como el preámbulo de una constitución minúscula, como un nuevo testamento, también en pequeñito. Atribuyen a Ghandi la siguiente frase: "Nunca hay que pactar con el error, aun cuando aparezca sostenido por textos sagrados". El pasar de los días dirá a qué nos aboca todo esto porque las vísperas no presagian nada bueno. Y la pena es que la alternativa, el PSOE, ahora luciendo honores mancillados, también quiso pactar con Jácome. 

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