Opinión

Tengo una pregunta para usted

¿Se acuerdan de lo que pasó en el rural?

Se acuerdan cuando los padres querían que sus hijos escapasen del sacho para ir aprender un oficio a la ciudad? Cuando se dividían cien metros cuadrados de la  herencia entre diez hijos y tocaban a diez cada uno y pensaban que con ello eran terratenientes. Cuando hasta se iban a pedir los cuartos prestados para litigar por un movimiento de marcos. Cuando se recibían a palos a los técnicos de la concentración parcelaria. Cuando no se abordaban a fondo las reformas estructurales del campo. Cuando la entrada en la Unión Europea ordenó sacrificar ganado y algunos saltaron felices porque pensaron que así por lo menos no tenían que estar pendientes de las reses. Cuando cerraban las escuelas porque las aldeas quedaban sin niños y las decidimos sustituir por velatorios. Cuando se iban hasta los cuarteles de la Guardia Civil. Cuando las entidades bancarias echaron el cierre a corresponsalías y oficinas. Cuando los coches de línea iban vacíos porque ya no quedaba gente que transportar. Cuando las casas se vaciaban y las únicas construcciones que había eran las residencias de la tercera edad. Cuando la Oficina de Emigración de la calle Bedoya despachaba a dos manos permisos para trabajar en el resto de Europa. Cuando ya ni quedaba el bar, ni la tienda de toda la vida y la gente esperaba a las puertas de casa a la furgoneta del reparto para comprar los víveres. Cuando cada observatorio demográfico martillaba los datos advirtiendo que el desierto llegaba a la puerta. Se acuerdan, ¿verdad? Esto viene pasando desde hace décadas. Pero no fue hasta el pasado domingo, con la manifestación de la España vaciada, cuando todos los partidos políticos salieron en tromba para decirnos a las puertas de las elecciones que ellos tienen la solución. Ahora, precisamente ahora.

¿Se acuerdan de los planes de desarrollo?

Se acuerdan cuando la cantinela de los datos del paro y el propósito de enmienda en la provincia? Cuando el PSOE dijo que si gobernaba arreglaba esto de un plumazo. Cuando el PP dijo que si gobernaba a esto le ponía remedio en un santiamén. Cuando se propuso arrancando la década de los 90 del pasado siglo un protoinvento unitario que se llamó la Mesa polo Desenvolvemento de Ourense que se laminó nada más empezar por culpa de personalismos. Cuando Coren patrocinaba un estudio económico anual que incidía siempre en unas urgentes reformas agrarias y hasta la empresa dejó de apostar por el informe ya que nadie se daba por aludido. Cuando se le pagó cien millones de las antiguas pesetas a una consultora vasca para que hiciese el Plan Estratégico Ourense 2010 y llegó aquel año y los siguientes y no se le hizo caso. Cuando la Universidad hizo un estudio para buscar los yacimientos de empleo y riqueza endógena y no bajó el texto de la estantería. Cuando se aprobó por unanimidad el Plan Termal en el 2007 y no se llevó adelante por desidia. Cuando se creó en el año 1996 el Patronato de Turismo de Ourense y las instituciones que lo formaban lo dejaron morir porque no pagaban la cuota que les tocaba para su sostenimiento. Se acuerdan, ¿verdad? Eso viene pasando desde hace décadas. Pero no fue hasta que de nuevo los datos de paro y afiliación a la Seguridad Social nos siguen diciendo que perdemos velocidad. Y nadie se da por enterado. Ni los políticos ni la sociedad civil. Nadie.

¿Se acuerdan del pacto para discrepar?

Se acuerdan cuando en el 2015 tomaron posesión en el Concello de Ourense los 27 concejales y prometieron o juraron servir los intereses de la ciudad? Cuando se apresuraron a pactar sueldos y dedicaciones exclusivas. Cuando se metieron prisa solo para insultarse. Cuando quedaban cada mes para reunirse en pleno y hacernos sentir vergüenza ajena por su baja catadura. Cuando ni siquiera son capaces de pactar una solución de mínimos para el problema del botellón. Se acuerdan, ¿verdad? Pues, olvíndenlo. Vivirán más tranquilos en la ignorancia.

¿Se acuerdan del olvido de la Ribeira?

Se acuerdan cuando a la Ribeira Sacra nadie le hacía caso porque, entre otras cosas, ya llevaba ahí toda la vida y antes de estas y otras vidas anteriores? Cuando el monasterio de Santo Estevo se caía víctima de la miopía de todos. Cuando se extendía la maldición de que su orografía imposible aconsejaba salir de allí pitando, incluso hacia la planicie castellana. Cuando creímos que cerrar una finca con un somier era algo enxebre. Cuando sonaba a chino eso de pedir la declaración de Patrimonio de la Humanidad. Cuando pensábamos que esas eran ocurrencias y veleidades de políticos bien alimentados por el ego. Se acuerdan, ¿verdad? Pues ahora es cierta la candidatura. Ahora no acaba nada, empieza todo. Ahora queremos ver si el efecto llamada no supone frustración si no somos capaces de ser competitivos en turismo, en respeto al medio ambiente y en regeneración del rural.

¿Se acuerdan de lo que le pasó al PSOE?

Se acuerdan cuando el PSOE improvisaba candidatos a tres meses de unas elecciones, como en el 2003? Cuando 15 años después hacen lo mismo a menos de dos meses. Pero no les ha ido mal, a pesar de todo, a pesar de ellos.

¿Se acuerdan de lo del blindaje al comercio?

Se acuerdan cuando creíamos que si no venía El Corte Inglés y Eroski al comercio local le iba a ir mejor porque quedaba blindado a la entrada de grandes superficies? Cuando algunos comercios ya han echado la persiana sin que ambos centros estén aquí. Cuando algunos se inventaron su propio Corte Inglés yendo a Vigo. Se acuerdan, ¿verdad? La empresa ya no. Sospecho que nos han olvidado. n

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