Opinión

DATOS PREOCUPANTES

Me entristecen los datos de las taquillas que han visto la luz este fin de semana. 'Amador', de Fernando León de Aranoa, no se ha colado ni siquiera entre las diez películas más vistas, lo que quiere decir que desde ayer, todas las copias que estaban destinadas en centros comerciales han visto reducidos drásticamente sus pases.


Defiendo 'Amador' desde el primer día. La defiendo todavía más después de haber leído los textos de los críticos que arremeten contra ella. Y me preocupa, insisto, el escaso eco que ha tenido entre los espectadores. La distribución ha sido generosa. Alta se ha volcado. Promoción hubo, y mucha. Los medios de comunicación dieron cancha al regreso de Fernando León después de cinco años de ausencia. Pero resulta que el público soberano ha vuelto a preferir alguna que otra producción tontaina que una obra honesta por donde se mire.


Lo que me preocupa, yendo al grano, no es tanto que los analistas se hayan cebado con la propuesta, tildándola de inverosímil, señalando las costuras del guión, o los subrayados. Los expertos tienen derecho a diseccionar y a decir lo que quieran, faltaría más. Lo que me preocupa es que el público medio ignore estas apuestas. Que todo lo que huela a orín de viejo, a realidad social, a ritmo lento y sosegado, reposado, como reza la productora, moleste. Que no sólo no atraiga, sino que repela. Mientras los 'Saw VI' tienen derecho de pernada.


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