Opinión

Jazz

Hace unos días decía David Trueba en su columna que las televisiones tienen completamente olvidado el jazz. Que en otra época había que esperar al invierno para recuperar los conciertos del verano en 'Jazz entre amigos', pero que ahora ni eso. Parece que David no estaba al tanto de la programación de La 2. Porque casi sin anunciarlo, y por supuesto sin darse bombo y platillo, La 2, con crisis y todo, está ofreciéndonos cada noche lo más granado de los festivales de Vitoria y San Sebastián, tras haber emitido el de Cazorla. Después, para rematar, compendiará el menú de 'La Mar de Músicas' de Cartagena.


Claro que para disfrutar de todo ello hay que trasnochar. Pero merece la pena la espera. Nada como ver y escuchar en una buena pantalla estas actuaciones. No en los portátiles.


Por cierto, que David Trueba ha incurrido en el parón de agosto. En su lugar, firma Juan Cruz. Y digo yo, una y mil veces: se puede descansar de una actividad cansina, pero no entiendo lo de hacer vacaciones en esto de escribir. A partir de este 2 de agosto yo no dejé de desayunar ni de comer. Imagino que David tampoco. Tan necesaria como placentera resultan dos actividades. Hace años que el cambio de residencia dejó de ser un obstáculo para enviar los textos. Hubo un tiempo en que los dictaba por teléfono, y otros en los que buscaba locutorios con fax. Ahora sólo basta mover un dedo: el de 'enviar'.

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