Lo que son las cosas. El domingo en la sobremesa, inocentemente, y a falta de una opción mejor, me disponía a ver ese disparate que es 'Machete' de Robert Rodríguez, y antes de salir de casa me topo en 'Otros pueblos' con una historia terrible, protagonizada por la misma arma.
Luis Pancorbo viajó a Ruanda. Y con su voz parsimoniosa, como quien no quiere la cosa, empleando esos términos pseudo literarios tipo por doquier, explicó durante cuarenta y cinco minutos las causas y las consecuencias del último genocidio sufrido por la humanidad. La matanza de un millón de tutsis a manos de los hutus. Recorriendo los monumentos que se emplean en memoria de los fallecidos.
Todo era tan espeluznante en esta historia real, sucedida anteayer, en 1994, que era imposible que no se atragantara la comida siguiendo los detalles, viendo los rostros de los supervivientes, escuchando en lengua original, con subtítulos, los testimonios de quienes habían asistido en primera fila a la tragedia. No cambié los planes. Seguí con la idea de ver el 'Machete' de Rodríguez. Lo hice con otra mirada. Con otros ojos. Con bastante más distancia de la que ya de por sí hay que aplicar a una parodia de semejantes características. Me llamó la atención el aviso previo de no recomendada a menores de 16 años.
