Opinión

LA PEONÁ

Llegó el turno de Nieves Concostrina en y su sección 'El acabose' dentro del magacín 'No es un día cualquiera'. Llegó su hora, ubicada esta temporada después del boletín de las diez, y tuvo a bien saludar a Pepa Fernández de la siguiente forma: 'Pues aquí me tienes, haciendo una peoná'. No vale que yo lo cuente. Hay que oírla a ella. Hay que escuchar su tono. Su gracejo. Su subtexto.


A servidor, que por lo visto se conforma con muy poco, tal vez porque el paso del tiempo nos da paciencia y serenidad, este pequeño gesto le sirvió para arrancar del mejor modo posible el día. Fue escuchar a Nieves Concostrina, y sentir que tenía las baterías cargadas, que estaba dispuesto a todo, que podía saltar al ruedo de la calle, a hacer la prosaica compra en el supermercado, a ver estrenos del fin de semana tan poco estimulantes como 'Machete', 'Salvando las distancias' o 'Híncame el diente' con una sonrisa entre los labios. Sabiéndome dichoso. Corroborando que lo mejor está en las pequeñas cosas de la vida. En la ironía. En la insinuación. En la complicidad, y perdón por volver a citar una de mis palabras favoritas, pero por algo lo es. La peoná de Nieves Concostrina me dio la vida.


Qué sería de nosotros sin la Concos, como la llama cariñosamente Pepa. Con una sección dedicada precisamente a la muerte, tenía que ser. Y es que donde hay talento...

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