Opinión

TEATREROS CATALANES

Curioso el caso de estos tres teatreros catalanes que desembarcaron en Madrid, Albert Boadella al mando de los teatros de la Comunidad, Mario Gas al frente del Español, noble buque insignia dependiente de la municipalidad, y ahora José María Pou en La Latina, uno de los bastiones de la empresa privada. Sinceramente, no creo que esta situación fuese posible a la inversa. Pero quiero ver la botella medio llena. Y alegrarme por la parte que me toca. Por lo que Madrid, y todos somos Madrid, gana con esta falta de prejuicios a la hora de contratar programadores por su talento y su bagaje y no por cuestiones de adscripción geográfica.


A Boadella, a pesar de los pesares y de lo que fue y lo que es, le tengo cariño. No me he perdido ninguno de sus montajes desde el ochenta, y en treinta años ya se puede hablar de fidelidad casi inquebrantable. Aunque buena parte de la programación de los Teatros del Canal está hipotecada con festivales y tampoco el responsable tiene tanto espacio para moverse.


En mi humilde opinión, Mario Gas ha convertido el Teatro Español, con su Sala Pequeña y su extensión en el Matadero, en un referente con una de las programaciones más coherentes e interesantes del teatro europeo. Y de José María Pou qué se puede añadir. Que tras sus personajes en 'Rey Lear' y en 'La cabra' ha adoptado carácter de venerable.

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