Opinión

Vertidos con alevosía

"Lo ves, tenía razón. Te lo dije", me repite cada vez que llueve. Y tiene razón. Hace años, este hombre que se pasa media vida caminando el Barbaña, lanzó la hipótesis de que hay alguien aguas arriba, probablemente en San Cibrao, que aprovecha los días de lluvia para desaguar sus residuos contaminantes hacia el cauce del río. La corriente y la lluvia se ocupan de disipar con diligencia la basura y las pruebas del delito. Nadie lo creía cuando estrenó su teoría, basada en la experiencia y en la observación. Pero los días de borrasca y vertidos coincidentes le han ido dando credibilidad. Ayer mismo: comienza a llover con fuerza pasado el mediodía; justo unos minutos después, una riada de sustancias residuales, con salida en Pontenoalla, comienza a enturbiar el Barbaña. No parece casualidad. Parece un atentado con premeditación y alevosía.

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