El Pitís, licenciado en Derecho, publicitario pero, sobre todo, fundamento de La Región Internacional, “descuberto” por el Pilís, que lo fichó para convertirlo en uno de los miembros indispensables de su equipo.
En mi caso, el inolvidable López Salgado fue mi primer empleador, como articulista asiduo en el semanal de Publicidad Central.
Nuestros caminos, desde los 70, se bifurcaron, aunque esporádicamente nos reencontrábamos en Ourense o, por ejemplo, en el inevitable Madrid donde el Pitís llenó de pegatinas los parabrisas del imparable “parque automovilístico” con aquel certero “eslogan” :
“Ser gallego, una carrera, y orensano... catedrático”.
Los demás, quizá. Él, sin duda, sentó cátedra desde las alturas de nuestro periódico.
Si bien tarde –por aquello de los misterios de la prensa postdigital– me sumo al homenaje que hoy le rinde la Asociación de Periodistas de Galicia, pues si no el mejor, sí puedo felicitarme por haber sido uno de los mejores amigos de Luis López Salgado, el Pitís.
