Opinión

Una banca sin ninguna posibilidad

Complejas y poco trasparentes. Así son las hipotecas con índice IRPH según el criterio del abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Este mismo tribunal ha dictaminado ahora que son los juzgados españoles los que deben decidir si el IRPH es abusivo o no. El TJUE considera que es un índice oficial sobre el que sí se puede permitir el control de abusividad, en el sentido de saber si se comercializó adecuadamente para incorporarlo en el contrato hipotecario del consumidor. Por lo cual, tendrá que ser analizado, caso por caso, por parte de los juzgados españoles. En fin. Y me pregunto: ¿dónde está ese Banco de España, regulador y supervisor de nuestro sistema financiero? No les llegaba el bochorno e injusticia cometidas por las cláusulas suelo que aún se puede repetir nuevamente hechos similares ahora con las hipotecas vinculadas al ya famoso IRPH. 

Hay que decir que el proceso legal se puede alargar durante mucho tiempo, ya que ahora se debe pronunciar el Supremo, y el que tenga que dirimir cómo aplica una posible sentencia; cuyo impacto es muy indefinido porque puede ir desde la devolución de los intereses cobrados de más sobre otros indicadores considerados transparentes, o incluso anular todo el crédito, casi nada. Y en este contexto, la cuestionada banca española se lanza ahora y a la desesperada a negociar con sus clientes un acuerdo extrajudicial; más les vale, ya que se juegan miles de millones. Con una exposición desglosada de 6.700 millones de euros de CaixaBank, 4.300 millones del Santander, 3.100 del BBVA, 1.600 millones de Bankia y un Sabadell, con 831 millones. 

Una vez más nuestro sistema financiero, a los pies de su avaricia y de sus más que cuestionados productos financieros. Parece que no les llegaba con el enorme daño causado por la comercialización de las preferentes, cláusulas suelo, acciones de entidades como Bankia o el Popular, y así un largo recorrido por las miserias, en formato productos financieros, de diversas entidades bancarias de nuestro país. Pero ellos a lo suyo, rentabilidad por encima de quien sea y como sea. A cerrar oficinas y colocar cajeros, y que se busquen la vida sus clientes para realizar todo tipo de trámites.

Y es que, según el análisis del Banco de España sobre el cierre de oficinas y el acceso de la población al efectivo, este nos dice que la reducción del número de sucursales bancarias “no lleva a la exclusión financiera de una parte de la población, ya que existen vías alternativas para el acceso a los servicios bancarios como, por ejemplo, el uso de la banca electrónica”. Bueno, pues aquí le diría al Banco de España y las entidades financieras que una parte importante de nuestra población, o no tiene acceso a internet, o su acceso es deficiente. Y la población más mayor no puede defender correctamente sus intereses en la banca online. Y aún hay más, ya que también ha dejado a decenas de miles de personas -el mayor porcentaje de avanzada edad y con dificultades de desplazamiento al no conducir muchos de ellos-, sin servicio bancario para cobrar sus pensiones o simplemente pagar sus recibos no domiciliados. Pero no acaba ahí el asunto, ya que esas mismas personas que cobraban en sus municipios sus pensiones y salarios, contribuían a dinamizar la economía local de su entorno al consumir en el comercio multisectorial de su localidad de origen, por mucha banca móvil que nos digan que van a poner. En definitiva, esos mismos bancos que nos abrasan a comisiones, están siendo uno de los principales responsables de que la España vaciada, la Galicia vaciada y el Ourense vaciado, lo sea aún más.

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