Opinión

El de la bicicleta y el del Falcon

Érase una vez… un presidente de Gobierno de un país con su economía casi quebrada y con una deuda pública estratosférica, pero que aun así, hacía un dispendio económico de los menguados recursos públicos de manera ostentosa y sonrojante para sus ciudadanos. De esta forma, mientras su país atravesaba una feroz crisis económica y social, y las colas del hambre aumentaban en todos los municipios del reino, él se desplazaba por aquí y por allá en un avión Falcón 900B de 40 millones de euros, comiendo lubinas salvajes, bebiendo champaña, o unas copitas de Cardhu 12 años (con un presupuesto de catering de 240.000 euros anuales, con los datos del Ministerio de Defensa) en las inmensidades de los cielos. Como confirmación de lo dicho, y entre otras cosas, vemos el registro de vuelos de la flota de tan codiciados aviones y ¿qué sorpresa nos llevamos? Pues que el laureado presidente Sánchez y el expresidente de "tan buen recuerdo" para los españoles Zapatero, son los que más habían y han usado el avión presidencial en sus desplazamientos. Qué casualidad, que los dos presidentes que peor gestionaron, y gestionan, los menguantes recursos públicos de los ciudadanos, sean los que más ostentosidad y despilfarro hagan de los dineros de nuestros impuestos. Pero no solo es el afamado Falcon el gasto de sus desplazamientos, no. El séquito presidencial es infinitamente superior a cualquier película de ficción de cualquier mandatario estadounidense, faltaría más, con dinero público de los españoles ¡se gasta lo que haga falta! 

Bueno... pero hay otro presidente, este en el país de los tulipanes, que dando ejemplo de lo que se debe hacer para combatir el cambio climático y para ahorrar costes a los holandeses, se desplaza continuamente en su bicicleta sin "séquitos" ni escoltas. Y con este ejemplar presidente -y con otros del mismo modo de actuar y de pensamiento- se ha topado Sánchez, pretendiendo que paguen la factura de su "megafiesta". La respuesta es que, aun observando el desaguisado económico y de gestión que practica el Gobierno bipartito español, están dispuestos a hacerlo. Pero eso sí, exigen condiciones estrictas a la recepción de los fondos que aporten a través de la UE. Y ahí Sánchez como que no, que él quiere mucho y gratis total, y que nadie le exija nada a cambio, ni siquiera la supervisión de cómo y en qué se gasten los dineros del rescate. 

Y así el cuento, el bizarro Sánchez les traslada que todos tenemos que hacer un esfuerzo para poder llegar a un acuerdo y, evidentemente, todos tendremos que hacer renuncias para poder llegar a ese acuerdo, porque lo importante es dar una respuesta común. Supongo que Sánchez, al decir "renuncias ", se refiere a reducir su abultado Ejecutivo de ministerios y ministros estériles en su hacer. Y supongo que también se referirá a renunciar a sus cientos de asesores y séquito. Y por supuesto que doy por hecho que también renunciará a su elevadísimo tren de vida pagado con dineros públicos. Y supongo todo esto porque me gustaría creer que si él no renuncia a sus generosos privilegios no nos cargará a cambio, a familias, trabajadores, autónomos y pymes, con más impuestos y recortes. 

No, Sánchez, en su "ejemplar y brillante" gestión de la crisis sanitaria y económica -así reconocida recientemente en el conjunto de naciones pertenecientes a la OCDE, por la propia Universidad de Cambridge, como el peor país-, jamás pensaría en tal cosa. En fin... este cuento se le está acabando, al igual que ya se le acabó a Pablo Iglesias y su troupe.

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