Opinión

Si cae el comercio, cae la ciudad

Han sido muchas las ocasiones en las que he reflejado que la desidia y el abandono por parte de las distintas administraciones, y la exagerada carga fiscal sobre autónomos y microempresas, ha sido y es brutal. También he advertido que más temprano que tarde esto iba a reventar simplemente porque las actividades económicas ya no soportan tanta carga y presión tributaria. Y claro que es verdad que inciden otras causas, como las nuevas tendencias de compra online y un parque de locales en alquiler con precios inasumibles para la mayoría de las actividades económicas. Por esto mismo no es comprensible que desde la administración más próxima al ciudadano, como son los ayuntamientos, se siga obviando y eludiendo un problema que nos afecta a todos directa o indirectamente, y es que si el comercio de una ciudad desaparece, esa ciudad se extingue también con su comercio de proximidad. Conservar e impulsar la vitalidad de nuestro comercio en su conjunto es sinónimo de apostar por nuestro propio futuro y el de las generaciones venideras.

Me duele, y mucho, ver como nuestro comercio local se desangra paulatinamente al comprobar de una forma constante y continuada como, semana a semana, nos despertamos con un nuevo cierre de un comercio familiar que recordamos abierto al público de toda la vida. Comercios tradicionales que ofrecen sus productos o servicios con cariño, devoción y con muchas, pero muchas horas de dedicación intentando siempre satisfacer las necesidades de los clientes. Como ourensano, y desde el conocimiento propio, comparto las mismas preocupaciones, inquietudes y problemas que cualquier autónomo que realiza una actividad económica. 

Conservar e impulsar la vitalidad de nuestro comercio y de nuestra ciudad en su conjunto es sinónimo de apostar por nuestro propio futuro y el de las generaciones venideras. El comercio en Ourense genera riqueza, empleo e incide directamente sobre el modelo de ciudad que los ourensanos necesitamos y queremos. Y para contrastar su importancia me fundamento en los siguientes datos:

-El 30% (sobre 7.000 personas) de todos los autónomos de Ourense desarrollan su actividad en el sector comercial.

-Da empleo a más de 13.500 familias, lo que representa el 17% de la población ocupada de la provincia.

-En total, 21.000 personas, de una población activa de aproximadamente 100.000, dependen directamente de la marcha del sector comercial.

-Su aportación al total del PIB de la provincia, según el INE, se sitúa en el 12%.

Pero aún hay más, en zonas como el casco histórico de nuestra ciudad, el comercio es imprescindible para contribuir a la revitalización del mismo.

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