Opinión

Una clase media camino del precipicio

Decía hace unos días el vicepresidente segundo de un Gobierno superado y desnortado, que está vez la clase media, y la sociedad más débil, no iban ser los grandes perdedores y sufridores de la actual crisis respecto a la anterior. Bueno, una vez más, no es verdad lo que nos transmiten, y me estoy expresando en un lenguaje escrito enormemente contenido y tenue. Los autónomos, las microempresas, las familias de clase media para abajo, van a ser, a corto y medio plazo, los grandes perjudicados de una gestión negligente y nefasta de la actual crisis, en la que la burocracia y la multitud de gobiernos autonómicos dentro de un "desgobierno estatal" están practicando un "que cada uno se busque la vida como pueda" para paliar el desastre que permite que un 13,6% de nuestros sanitarios estén infectados por falta de medios. Un "Gobierno" que nos da avales a autónomos y pymes para pedir créditos para que le paguemos sus impuestos y cotizaciones, es decir, que nos endeudemos a tope en el peor momento, ¡vaya receta por Dios! Pero ya hablaremos de este tema cuando toque, hoy aún no.

Cuántas veces he manifestado desde esta misma columna de opinión que no todas las personas valen para todo. ¿Valgo yo para atender las urgencias de un hospital? No. ¿Y para impartir clases de bioquímica? Tampoco. Pues lo mismo con la mayor parte de nuestra clase política y pública multicolor. No valen para gestionar, coordinar, supervisar, aportar siendo resolutivos y ágiles en la toma de decisiones que solucionen ágilmente los problemas. Y todo esto lo sabíamos, lo sabíamos todos. La responsabilidad de poner a estos individuos al frente ha sido nuestra, de nadie más. Dicho esto, ahora toca arrimar el hombro, cada uno desde su puesto y de la manera y forma que crea más oportuno y necesario. Pero también tenemos que adelantarnos al día después, porque el impacto económico, a corto plazo, va ser tan brutal en prácticamente todos los sectores económicos y sociales que si no lo hiciéramos solo prolongaríamos aún más este momento de sufrimiento generalizado. 

Por esto mismo, y desde Fegein, elaboraremos un plan de choque en materia de vivienda en todas sus vertientes: vivienda habitual, libre y de protección oficial, locales y bajos comerciales, tanto en arrendamiento como en propiedad. La vivienda en alquiler es la que más cambios va sufrir, y a peor. El acceso al alquiler va ser más difícil para muchas personas y familias. A esto hay que sumarle la creciente desconfianza y recelo de los propietarios, fruto de una inseguridad jurídica creada por el desequilibrio entre arrendador y arrendatario de la última LAU del 2019 y que se agravará con la situación actual. Lo cual retraerá considerablemente la oferta de viviendas en alquiler a mínimos nunca vistos en nuestra comunidad autónoma.

Ante este escenario, las administraciones aún no han reaccionado, ya que sigue sin existir una planificación de viviendas en Galicia ni un parque social ni un plan de choque y ejecución de viviendas de protección oficial en sus tres vertientes: régimen concertado, régimen general y régimen especial, que den solución a las rentas medias-bajas y rentas bajas. 
El mercado de compraventa de viviendas, tanto nueva como usada, se caerá a plomo en este segundo cuatrimestre del año, llevándonos a mínimos de operaciones jamás visto.

En el circuito de comercialización de bajos y locales comerciales, puedo anticipar un crecimiento del stock, ya que en este segundo semestre del 2020 serán numerosas las actividades económicas que cesen en su actividad de manera definitiva. Esto es lo que hay. 

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