Opinión

Consolidación del sector inmobiliario

El sector inmobiliario sigue dando pasos en el camino de la normalización, aunque aún estamos a las puertas de entrar en un proceso de recuperación propiamente dicho. Para subir ese definitivo escalón, la constitución de un gobierno estable para este país seguramente sería de gran ayuda, lo sabremos en días. También creo que para conseguirlo, el sector inmobiliario y el sector público deben de ir de la mano. La situación actual de las familias y su actual poder adquisitivo así nos lo aconsejan en los diferentes informes públicos y privados que podemos leer y analizar. Pero el sector tiene más retos por delante, y quizá el que más me apasiona es el de poder acercar la vivienda a los más jóvenes, y sobre todo después de leer el último informe del "Seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España". Ahí se pone de manifiesto que el riesgo de pobreza y exclusión aumentó en el último año en las personas jóvenes adultas (de entre 16 y 29 años), afectando al 38,2% de la población más joven, casi dos puntos más que el año anterior.

Sin duda el gran reto del sector inmobiliario es que 14 millones de jóvenes en nuestro país dejen de vivir con sus padres y puedan acceder a una vivienda, bien sea en propiedad o arrendamiento. A día de hoy la gran lacra de la juventud es el elevado nivel de desempleo, y el sector inmobiliario debe pensar en aquellos jóvenes que están ocupados y que tienen salarios bajos, quienes sí podrían tener acceso a la vivienda si ésta tuviera un precio más asequible, y lo debe tener. Considero positiva y acertada la ampliación del "impuesto cero" en el rural para la compra de vivienda por parte de jóvenes, familias numerosas y familias con personas en situación de discapacidad, y más en Ourense por esto mismo, y por la importancia que tiene a la hora de fijar población en el rural. Ourense necesita un plan estratégico en materia de vivienda, rehabilitación, y dinamismo económico, con ambición y menos complejos socio-políticos, y en este punto estamos dispuestos a poner todo lo que haga falta.

Y como ejemplo de lo que se puede y debe hacer, quiero enfatizar en un núcleo concreto: la aldea de San Xillao, en el municipio de Xunqueira de Ambía. Un pequeño núcleo que es uno más de esos casi 300 pueblos abandonados que se reparten por la provincia y donde un prejubilado decidió invertir en la rehabilitación de tres casas y ponerlas en el mercado con fines turísticos, con un resultado de éxito total y con un perfil de inquilinos diversos que buscan lo que nuestra provincia ofrece a raudales: tranquilidad, paisaje, caza, pesca, senderismo y gastronomía. Esta iniciativa de rehabilitación-turística ha permitido que este pequeño núcleo recupere parte de la vitalidad que tuvo en sus mejores años. Una aldea que vuelve a vivir gracias a una iniciativa particular. Este es el nuevo camino del sector inmobiliario: acercar la vivienda nueva, usada o rehabilitada a todas las economías y las rentas per capita de las personas, poniendo en valor nuestra provincia, Ourense.
 

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