El Banco de Alimentos de este país ha mandado un mensaje de emergencia social, enfatizando que están repartiendo un 40% más de kilos de comida que el pasado año debido a la crisis económica aumentada por la pandemia. Y nos dicen también que este final de año va a ser duro: "Esta situación nos supera en el sentido de que la demanda es tan grande en este momento que por más recursos que pongamos no podemos cubrirla, ni mucho menos". Y nos dan datos: tienen que atender como mínimo a 1,5 millones de personas en este 2020, frente a las 1.058.000 de 2019. Y si consultamos otros organismos, como Cruz Roja, pues señalan que un 72% de las personas que les han solicitado ayuda nunca lo habían hecho.
Pues bien, en este dramático contexto, aparece un presidente, falto de toda credibilidad, para anunciarnos 800.000 nuevos empleos que no se los cree ni el más hooligan de su gobierno bipartito social-comunista. Una cortina de humo, y otra gran mentira de un Ejecutivo de la nación, únicamente para tapar sus miserias internas. Como la solicitud al Tribunal Supremo de imputar por presuntos delitos de revelación de secretos con agravante de género, daños informáticos, denuncia falsa y simulación de delitos, al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. Pedro Sánchez sigue la destructiva estela del expresidente de penoso recuerdo Zapatero. Y nos va a meter en una espiral de gasto público ineficiente e ineficaz, porque inversiones y productividad no las van ver nuestros ojos.
España pasará del 2,9% de déficit fiscal en 2019, al 14% en 2020, un descuadre fiscal brutal de casi 12 puntos en tan solo un año. Y si cotejamos los datos de deuda pública, pues observamos como era del 36% del PIB en 2007 -para que nos sirva de punto de referencia- y ya suponía el 95,5% a cierre de 2019, para cerrar en el 120% este 2020, según el Banco de España. Aunque sus previsiones ya nos dicen que podría llegar al 130% en 2021.
Pues bien, estos son los datos y las previsiones oficiales, por lo que aumentar desproporcionadamente el gasto público, como pretende este Gobierno -sin que ello redunde en modificar y mejorar el tejido productivo-, únicamente deriva este país a una grave crisis económica de deuda pública vitalicia e inasumible, lo cual creará además una imagen a posteriori de país insolvente. Y como ejemplo, tenemos a día de hoy un fiel retrato de lo mismo en Argentina.
Lo he dicho por activa y pasiva en numerosas ocasiones, España no se puede permitir gastar por gastar, ni tampoco crear nuevos organismos públicos, ni más empleo público. Simplemente, porque desde el sector privado, los autónomos, microempresas y pymes ya no aguantamos más carga fiscal e impositiva. Le recuerdo a Pedro Sánchez y su investigado judicialmente vicepresidente segundo que los políticos no crean empleo, son los empresarios los que los crean. Contribuyan a ello bajando los impuestos en línea. Favorezcan e incentiven la colaboración público-privada, creando ventanillas únicas en las administraciones para reducir notablemente la brutal burocracia que soportamos. Dennos seguridad jurídica y normativas claras, agrupadas, concretas y legibles. Apuesten firmemente por un mercado único en todos los parámetros y sin exclusiones, ni oasis fiscales en determinadas comunidades autónomas. En definitiva, inviertan eficientemente y eficazmente el dinero que la Unión Europea nos va prestar, porque no vamos a tener una segunda oportunidad para levantar este país.
