Opinión

Las familias están al límite

El 40% de los autónomos y microempresas han cerrado con pérdidas durante el primer semestre de 2022, más de 700.000 pymes tienen serios problemas de liquidez y en este mes de septiembre la quiebra técnica afecta ya a más de 90.000 empresas. Este es el anticipo del “lado oscuro” cuya travesía vamos a afrontar todos y todas este otoño-invierno. Y añado que los costes de la electricidad y la enorme presión fiscal está, y va a seguir, dejando a decenas de miles de actividades económicas de todo tipo y tamaño al borde del cierre o impagos. 

IPC por encima del 11%, facturas de la luz desorbitadas, calefacciones con energías a precio de lingotes de oro, tipos de interés financieros que nos recuerdan a la crisis del 2008 y productos alimentarios con los pescados y carnes a precios de Navidades están poniendo al límite las economías domésticas de toda índole. Mi primera conclusión: el Gobierno debe bajar el IVA, sí o sí, en todos los rangos y tramos. 

En nuestra Comunidad Autónoma empresas de la envergadura de Finsa están valorando un ERTE que podría afectar a 1.500 empleados en sus cuatro plantas de producción. Los vetos, por parte de la UE, a la pesca de arrastre podrían destruir miles de empleos en Galicia a corto plazo. Más de 300 empleos de la cadena gallega de congelados Hiperxel peligran laboralmente por los actuales problemas de liquidez de la propia empresa y así podría seguir líneas y líneas desgraciadamente. 

Algunos, como el que escribe, llevamos meses adelantando la problemática económica-laboral que nos íbamos encontrar después de un verano que únicamente ha representado un efímero oasis en un desierto económico. Y no es que fuéramos adivinos, no . Es que la simple lectura y análisis de todos los datos que se iban publicando por parte de entidades públicas (como el Banco de España) y privadas (como los servicios de estudios de las principales entidades financieras) desde principios de año así nos lo adelantaban. Por supuesto que el conflicto bélico de Ucrania lo ha agravado y magnificado. Por esos mismos motivos, el Gobierno bipartito socialcomunista debería haber actuado con previsión y con planes de choque pensados y reflexionados. Pero no ha sido así, únicamente les escuchamos ocurrencias o implantan medidas las cuales la Unión Europea se las desestima casi al instante por inconsistentes e ineficientes. 

Mi segunda conclusión: con la inflación que tenemos, y con las subidas de los tipos de interés que seguirán escalando, la liquidez de familias y empresas derivará -ya lo está haciendo- en una subida de la morosidad y el incremento de impagos y quiebras. Los autónomos y la clase media española nuevamente a los pies de la incompetencia total y absoluta de quienes administran y gestionan nuestros recursos públicos. 

Y en provincias y ciudades como la mía, Ourense, pues ya ni les cuento. Aquí, nuestro IPC es superior a la media estatal y autonómica, con un 11,3%. Lo cual tritura una economía provincial con las pensiones más bajas de toda España conjuntamente con nuestra renta per cápita. Y es que la renta bruta disponible es de 14.564 euros anuales de media en el conjunto de los 92 ayuntamientos. Nada nuevo por otra parte, como tampoco son nuevos los avisos reiterados de organizaciones como Cruz Roja o Cáritas, la cual no se cansa de advertirnos de la situación real que vivimos, trasladándonos con datos que han pasado de servir 5.000 raciones de comidas el pasado enero a más de 11.000 en el mes de agosto. Y aun así hay quienes siguen con su injustificable y deleznable miopía, como los políticos multicolores y sus palmeros adjuntos.

Te puede interesar