La hostelería contra las cuerdas? La hostelería (con un desplome de facturación de un 75%), el comercio minorista (con una caída de ventas superior al 40%), el turismo, (desplome de más del 80%), los distribuidores, el sector servicios, la producción industrial, la inversión empresarial... y así un largo y lamentable etcétera.
Pues bien, en este gélido contexto económico y social, la ministra Teresa Ribera, asegura que no hay que asustarse por el incremento del precio en el mercado mayorista de la energía porque “se notará muy poco” en la factura eléctrica mensual de las familias. Y nos lo dice con un precio medio diario de la luz en el mercado mayorista de 94, 99 euros/megavatio hora (MWh), el segundo más alto de la historia. Pero si esta anomalía no fuera ya lo suficientemente grave, viene otro de los ministros que no dan un palo al agua -en este caso el resolutivo y eficiente ministro de Consumo, Garzón- ¡y culpa a la UE del incremento del importe del recibo de la luz! Todo ello cuando Unidas Podemos había hecho en los últimos años bandera precisamente de este tema, en fin. ¿Quieren soluciones para que no digan que todo son críticas? Pues les recuerdo a estos social comunistas metidos a pésimos gobernantes que el 60% de la tarifa eléctrica son impuestos y costes regulados, con lo que si aplicasen un IVA reducido sobre el actual, que es de un 21%, obtendrían una rebaja sustancial del precio, aunque fuera de manera coyuntural y transitoria. Pero no acaban ahí los brillantes resultados de gestión de la cohorte de ministros y ministras de Sánchez e Iglesias, ya que a esto hay que sumarle que España tiene el precio del gas natural más caro de Europa con 31,82 euros/Mwh, frente a los 27 euros que se pagan en Italia o los 25 euros de Reino Unido, y es que no dan una ni queriendo.
Pero hoy quiero quedarme con algo positivo entre tanta incompetencia e inutilidad pública. Por esto mismo, quiero poner en valor el papel de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en esta pandemia, y en todas las situaciones complejas y complicadas que esta atravesando nuestro país, dando una lección de entrega, esfuerzo sin estridencias, y abnegación. Esas mismas Fuerzas Armadas que para algunos miembros del actual Gobierno eran resquicios del pasado que había que suprimir. Pues ahora, estos mismos hombres y mujeres que tanto desprecian y ningunean en todos los parámetros, son los que les han quitado las castañas del fuego y han realizado las tareas que ellos ni saben ni quieren realizar.
Por último, no puedo obviar el drama sanitario y los tremendos datos que estamos conociendo de fallecidos y nuevos infectados. Los cuales son el resultado de lo acontecido durante esta Navidad, y de los cuales también somos la ciudadanía, en mayor o menor medida, responsables. El drama humanitario es evidente, y el desastre económico-laboral aún va ser peor de lo previsto. Todo ello con un Gobierno que no esta, ni de lejos, a la altura de las circunstancias.
Escuchar o leer en los medios de comunicación que cada día fallecen más de 400 personas por el covid-19, parece que a algunos no les es suficiente. ¿Qué más hace falta para que este puñado de irresponsables egoístas se percate de que están falleciendo personas que son sus vecinos o familiares y de que el escenario económico que nos va quedar es devastador? ¿Hasta qué punto de insensibilidad pueden llegar estos individuos? Mi última pregunta: ¿dónde están los que criticaban fieramente la construcción y puesta en funcionamiento del hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal en Madrid? Supongo que ocultos e intentando digerir sus propias miserias.
