Opinión

Menos mal que nos queda Portugal

Pues sí, Portugal gana enteros, y muchos a día de hoy. Cuenta con un beneficioso régimen fiscal para profesionales, pymes y pensionistas, y con su programa NHR para residentes, la tributación se realiza a tasas muy reducidas, a la par que se benefician de exenciones fiscales durante un periodo de 10 años desde su inscripción como residentes en territorio portugués. Un país vecino que, con la que se avecina, pues va ser refugio de muchos más de los que se piensan, en lo económico, en lo inmobiliario y en lo empresarial.

Mientras, aquí, en un país aún llamado España, al cual algunos quieren trocear en pedacitos para saborear su particular tarta en formato "cupos", o directamente en nuevas naciones -tal como nos dice el iluminado del sr. Iceta-, pues como que me "acongoja" la última actualización del importe de las ayudas aportadas en el proceso de reestructuración bancaria, es decir, los rescates a la banca durante la crisis financiera. Con los datos cerrados a 31 de diciembre de 2018, el FROB destinó casi 64.000 millones a rescatar siete entidades, Bankia, Catalunyta Banc, Novacaixagalicia, CEISS, CajaSur, Banco Gallego, Banca Cívica, Caja3 y Liberbank. Por su parte, el FROB, aportó otros 21.000 millones. En el caso de Novagalicia -el cual nos toca muy directamente a los gallegos y gallegas- y que fue la entidad resultante de la fusión de Caixanova y Caixa Galicia, y que acabó en quiebra (por si nos hemos olvidado ya), el rescate del FROB ascendió a 9.400 millones. De este importe se recuperaron mediante ventas 783 millones, lo que dejó un agujero de 8. 621 millones. A lo que hay que añadir un déficit de 245 millones de Banco Gallego, la entidad que fue vendida al Sabadell en 2013 por un euro. Con lo que el balance total de pérdidas por el rescate bancario, -según el Banco de España-, ascendía a 65. 725 millones. Y mientras esto sucedía, los ganadores, que han sido los fondos de inversión como Blackstone, Cerberus, Lone Star y Apollo, pues vemos como también se nos deslocalizan a Portugal.

Pero nada parecido a los 900 millones inyectados en promociones inmobiliarias en Portugal, por Caixanova en su día. Épocas de vinos y rosas que acabaron en esos 8. 621 millones de euros a los que ya no le veremos el pelo.

Y ahora, pero desde el sector privado y con financiación propia -ahí está la gran diferencia-, surge otro proyecto inmobiliario denominado Jardins Efanor, que se asentará en Matosinhos, en el distrito de Oporto. Ocupará un área donde estaba la fábrica de Belmiro de Azevedo, y con una superficie de 120.000 metros cuadrados. El desarrollo será de 400 apartamentos, una residencia de estudiantes, un hotel y un centro empresarial, que ya está en marcha. Como también lo va estar en la península de Troia, a 50 kilómetros al sur de Lisboa, donde Sonae Capital, a través de la sociedad Rosp Corunna (con Sandra Ortega de socia) iniciarán otro macroproyecto residencial similar. 

Lo dicho, ¡menos mal que nos queda Portugal!

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