Opinión

El necesario espejismo de la Navidad

La necesitamos, aunque nos percatemos de que este espíritu navideño será únicamente un estado de ánimo, y un espejismo, con fecha de caducidad de dos semanas. Aun así, la necesitamos para poder enfrentarnos a un 2021 en el que vamos tener que dar lo mejor de nosotros mismos para que este país no rompa definitivamente. Ha sido un año raro, difícil, con altos y bajos. Un año que nos ha cambiado en muchos parámetros, y ya veremos si para mejor, o no. Quedan ya solo 10 días para el próximo, en el que, desde enero, los españoles y españolas tengamos que tener 66 años para jubilarnos. Una aberración difícilmente justificable mientras se sigue permitiendo, por parte del Gobierno socialcomunista actual, que las entidades financieras, como el Santander, prejubile a más de 3.500 empleados con una edad mínima de 50 años. Un despropósito que chirría por todas las costuras habidas y por haber.

Soy totalmente partidario de frenar las prejubilaciones, para frenar el descomunal agujero de la Seguridad Social y antes de seguir subiendo aún más los impuestos para tapar semejante negligencia. El sector financiero español -en un ejercicio de prepotencia y avaricia infinito-, ha provocado, con sus prejubilaciones, un enorme roto a las cuentas de la Seguridad Social que ahora pagamos todos y todas. Y recuerdo que uno de los objetivos que perseguía la reforma de la Seguridad Social que aprobó el anterior Gobierno de Mariano Rajoy en 2013 consistía en moderar el incremento del gasto en pensiones mediante la aplicación de dos fórmulas: por un lado, el Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP), que desvinculaba la tradicional subida de estas prestaciones con la inflación, y, por otro, el Factor de Sostenibilidad, que tenía en cuenta la evolución de la esperanza de vida para calcular el primer pago de la jubilación tras el retiro. Y en la recta final de 2018 se incrementó significativamente el número de jubilaciones de personas que no habían cumplido los 65, lo que supuso una de las peores noticias para la sostenibilidad del sistema público de pensiones. En concreto, el número de altas de jubilados se incrementó en ese ejercicio un 5,6%, según l la Seguridad Social. En total, en 2018 se jubilaron algo más de 141.000 personas que no habían cumplido los 65 años, 7.500 más que en el año anterior y el dato más alto de toda la serie histórica. A finales del 2019 la tendencia se había incrementado más de un 6%. Y según los datos de la Seguridad Social, en 2018/19 el 45% de las personas que se jubilaron tenía menos de 65 años, esto es, casi una de cada dos. Si, además, se tiene en cuenta que la edad legal de jubilación se sitúa en 66 años y seis meses, se demuestra que, efectivamente, España tiene un grave problema con las jubilaciones anticipadas. Y este es solo un ejemplo de uno de los principales problemas de la Seguridad Social, y responsable de buena parte del desequilibrio financiero del sistema encargado de pagar las pensiones en nuestro país.

En fin, el número de incompetencias de este Ejecutivo bipartito es de tales magnitudes, que es totalmente imposible de enumerar.

Finalizó aconsejándoles que se cuiden, que respeten las normas sanitarias estas fiestas para que las podamos seguir celebrando por muchos años más. No podemos caer en una tercera ola, por favor. Feliz Navidad, y disfruten de su unidad familiar de convivencia, se lo deseo de corazón.

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