Opinión

El Ourense vaciado... de bancos

Cuando a una provincia le abandonan hasta los bancos, pues… muy mal, pero que muy mal asunto. En fin, entremos en materia. En la provincia de Ourense hemos pasado de las 375 oficinas bancarias que existían en el año 2007, a 195 a cierre de 2018. Y esa reducción ha derivado, de momento, en que solo tengamos 173 a fecha de octubre. Y digo de momento porque las oficinas del Banco Pastor, que después fueron del Popular y actualmente Santander, pues aún no han frenado su sangría particular de cierres y despidos de personal, con lo que posiblemente en los próximos meses únicamente quedarán unas 150 oficinas bancarias para 92 ayuntamientos.

Ourense queda con la red de sucursales más reducida de toda la comunidad gallega. Y con los datos del Banco de España en la mano, 26 ayuntamientos ya no tienen ninguna oficina. Mientras,en la comparativa de Galicia, en 41 ayuntamientos tampoco hay ninguna.

Según un análisis reciente del Banco de España sobre el cierre de oficinas y el acceso de la población al efectivo, la reducción del número de sucursales bancarias “no lleva a la exclusión financiera de una parte de la población, ya que existen vías alternativas para el acceso a los servicios bancarios como, por ejemplo, el uso de la banca electrónica”. Bueno, pues aquí le diría al Banco de España y las entidades financieras que aún quedan en este Ourense vaciado que una parte importante de nuestra población, o no tiene acceso a internet, o su acceso es deficiente, y que una buena parte de la población más mayor, no consigue defender correctamente sus intereses en la banca online. Estas mismas entidades han dejado en los centros y semicentros de villas y la ciudad un reguero de más de 300 bajos vacíos entre cierre de oficinas y corresponsalías, difícilmente ocupables. Y aún hay más, ya que también han dejado decenas de miles de personas -el mayor porcentaje de avanzada edad y con dificultades de desplazamiento al no conducir muchos de ellos-, sin servicio bancario para cobrar sus pensiones o simplemente pagar sus recibos no domiciliados. Pero no acaba ahí el asunto, ya que esas mismas personas que cobraban en sus municipios sus pensiones y salarios, contribuían a dinamizar la economía local de su entorno al consumir en el comercio multisectorial de su localidad de origen, por mucha banca móvil que nos digan que van poner. En definitiva, esos mismos bancos que nos abrasan a comisiones y que te cobran hasta por el desgaste de su puerta de entrada cuando la abres para entrar y salir, están siendo uno de los principales responsables de que la España vaciada, la Galicia vaciada y el Ourense vaciado, lo sea aún más.

Por estas mismas razones,cuando nuestros políticos juegan con las fechas del AVE como si de un pimpampum se tratara. Y cuando en estas fechas la Audiencia Nacional ha comenzado el juicio contra exdirectivos de la antigua Caixanova por presuntas operaciones inmobiliarias irregulares, después de que en octubre del 2014 el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, dependiente del Ministerio de Economía, pusiera en conocimiento una serie de prácticas de la entidad supuestamente irregulares, pues qué quieren que les diga… Ha sido una década de excesos, avaricia, poderes bancarios ilimitados y así un largo etcétera. ¿El problema? Pues el problema lo tiene ahora un Ourense vaciado y desnortado, y los que aquí vivimos y queremos seguir haciéndolo. Ahh… el día 10 les recuerdo que se vota en unas elecciones generales, por si se les olvidaba a los del Ourense vaciado.

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