Opinión

¡Por fin un alcalde de los de verdad!

No puedo dejar de tener la "sensación" de que algunos miembros del Gobierno bipartito actual -unos pocos, de momento- quieren arrastrar este país hacia una dictadura socialcomunista. Como también tengo la sensación de que mientras personas de bien, donan algo (material sanitario y logística propia, como Amancio Ortega y su grupo, Inditex) hay individuos que los critican, quizás para tapar su propia incompetencia. Otros, roban lo que quieren (sobre todo dineros públicos, como políticos multicolores varios), y los alaban. Asi es una parte de la España nuestra. 

Y en este devenir, me pregunto: ¿hacen falta los llamados pactos de la Moncloa? Pienso que sí; cuanta más unidad para afrontar el escenario que nos espera, mejor. Pero ¿conservando Pedro Sánchez la Presidencia del Gobierno, y con un Pablo Iglesias también en el ejecutivo? Pues entonces diría que no, simplemente porque de hipocresías y falsedades ya estamos todos muy saturados. 
Pero este lunes me quiero quedar con lo positivo. Y positivo, y de valor, noto y percibo el esfuerzo, el buen hacer y la coherencia de dos personas que están demostrando su valía en los difíciles momentos que atraviesa la sociedad española. Por un lado, el alcalde de Madrid, Almeida, por su contrastable capacidad de gestión en la toma de decisiones y por su humildad a la hora de colaborar con otras administraciones ajenas a su color político. Y por supuesto, quiero destacar también la talla política de una valiente, eficaz y eficiente presidenta de la Comunidad de Madrid, Ayuso. Sin duda dos políticos y dos gestores de lo público que cotizan al alza -ya era hora- en un océano político de mediocres, ineptos y mucho caradura. 

La realidad es que Madrid ha conquistado el corazón de España. Y lo ha hecho por su generosidad, sensibilidad, responsabilidad y buen hacer entre las muchas zancadillas de "otras administraciones" e incluso de la campaña en contra de algunos medios. Aun así, el alcalde de la capital de España y la presidenta de la Comunidad de Madrid, se han ganado a pulso el respeto y aprecio de millones de personas. Y por esto mismo, en un país con sus principales instituciones desacreditadas, y con la clase política peor valorada de nuestra historia, según el propio CIS de Tezanos, pues es mucho, mejor dicho, es muchísimo. 

Pero ahora hay que pensar en el día después. Harán falta medidas contundentes y ambiciosas para reactivar la economía. Ahí, las empresas, pero sobre todo las administraciones del sector público, van a tener una gran responsabilidad porque vamos a necesitar planes que fomenten la innovación, el medio ambiente, el empleo, en definitiva, el consumo. Si se activan todo este tipo de medidas no hay duda que serán positivas para transmitir confianza, generar demanda y que la rueda de la economía vuelva a girar, porque seguramente muchos sectores y muchas actividades, bien por el parón obligatorio o por la desconfianza generalizada, se van paralizar, y eso es así. 

Pero no todo es positivo. La división interna de la Unión Europea es vergonzosa e injustificable. Una Unión Europea que se tambalea y que está perdiendo su razón de ser. Con una descoordinación absoluta y caótica en la lucha contra la crisis económica y sanitaria. En fin, me quedo con el espíritu de Madrid, con su fenomenal alcalde y con su valiente presidenta. Y que aprendan el resto, que ellos son el ejemplo y el camino a seguir.

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