Opinión

El principio del fin de Pablo Iglesias

Esta pandemia sanitaria, econóimica y social ha removido la vida política como pocas veces se ha visto en los últimos tiempos. Y uno de los muchos efectos-causa es que Pedro Sánchez tenga que soltar lastre sí o sí. Y lo tiene que soltar para que el rescate económico de la Unión Europea se produzca sin contrapartidas de recortes y de políticas de gasto draconianas. Los que mandan de verdad en Bruselas -los países del norte, incluida Alemania- no van a aprobar tan fácilmente un plan de rescate con decenas de miles de millones de euros con Pablo Iglesias y sus ministros podemitas en el Ejecutivo, porque ni confían en ellos ni en la gestion de los recursos económicos que se aporten. 

A este escenario se suman los "poderes fácticos" de este país, los cuales ya se han hartado de la deriva errática del Gobierno bipartito. Aunque el verdadero motivo no es que se les haya agotado su paciencia, no, simplemente es que ven peligrar en exceso sus propios intereses y hasta ahí llega "su paciencia". Y la reciente, y finalizada, Cumbre Empresarial deja algunas lecturas entre bambalinas y encuentros sumamente discretos en algunos reservados en restaurantes de las afueras de Madrid. Algo me dice que al vicepresidente segundo -el cual estoy plenamente convencido de que es consciente de la situación- le van crecer los frentes abiertos, y los que se le abrirán, de una manera letal a corto plazo. Pues bien, la pregunta a formular ahora sería: ¿cómo y cuándo dejará caer Pedro Sánchez a Pablo Iglesias? Pues, seguramente en la negociación y futura aprobación de los próximos presupuestos generales, o en el acatamiento de las directrices de Europa para que nos inyecten la ansiada liquidez, ahí va a estar la clave y la respuesta.

Lo que sí me aventuro a pronosticar es que el impacto económico de la crisis en las clases medias y medias-bajas en los próximos meses va ser de un notorio calado, y ahí el Gobierno bipartito difícilmente va a aguantar el tirón de una contestación social y permanente en las calles. Al igual que en la crisis anterior, la presión y crispación social se llevó por delante al PSOE de Zapatero. Esta posiblidad real, y no virtual, los frentes judiciales y la presión de la UE para hacer recortes y reformas estructurales van a ser los principales motivos por los que que Sánchez deje caer a Iglesias. Si así no lo hiciera, seguramente sería el fin político de ambos. La UE no va liberar un euro sin cumplir las reformas que se pacten en el Plan de Recuperación que presente el propio Ejecutivo. Y los planes de cada país deberán ser validados por la Comisión y refrendados por el Consejo Europeo, de forma que todos los países podrán debatir y decidir sobre cómo y dónde se invierte ese dinero. Aunque también existe otra posibilidad: que el líder de Unidas Podemos trague con todo y renuncie a su ideología marxista-leninista, con tal de conservar su poltrona y la de su compañera sentimental. Y es que acostumbrarse -como así lo están demostrando a pulso-, a vivir en mansiones palaciegas, tener servicio y escoltas propios y disfrutar de unas remuneraciones públicas mensuales imposibles de tener por sus propios medios en el sector privado, pues es para pensárselo. La respuesta la sabremos en unos meses.

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