Opinión

¿Un PXOM de hace 40 años? ¡Sí, el de Ourense!


Ourense “disfruta” desde hace cuatro décadas de un plan general moderno como él solo. Vanguardista, futurible, generador, dinamizador económico y actualizado urbanísticamente como las APPS de un móvil de última generación. ¡Qué prosperidad manifiesta y que requetebién nos va en Ourense con el plan general de urbanismo de 1986! Todo son grúas, edificaciones, infraestructuras, rehabilitaciones por doquier y generación de carga de trabajo en todas estas décadas como jamás se había visto. Por supuesto, todo este impulso y motor económico, se traduce en decenas de miles de puestos de trabajo al calor del sector de la vivienda y… ¡qué alegría y regocijo se respira entre la ciudadanía!

Bueno… la realidad es que los años pasan, y no está mal recordarle a los más jóvenes el ejemplar periplo urbanístico de la tercera ciudad de Galicia, Ourense. A día de hoy la única de las siete grandes ciudades gallegas que no tiene un plan general de ordenación urbana acorde al siglo en el que vivimos. Y el cual,-según algunos agoreros- ha propiciado la pérdida de cientos de millones de euros de inversiones en nuestra ciudad y la pérdida de más de 4.000 empleos en la última década, casi nada.

Miren… un plan general supone en más de un 50% la viabilidad económica, social y demográfica de una ciudad. Y no, un PXOM no solo se refiere a construir en vertical u horizontal, ni a su edificabilidad. Un PXOM son servicios, infraestructuras, suelo comercial e industrial, ordenación del urbanismo y seguridad jurídica urbanística, crecimiento ordenado y recuperación del patrimonio arquitectónico. En definitiva, un PXOM es futuro, sin paliativos.

¿Y qué ha pasado para que no tengamos un PXOM aprobado de manera definitiva en tiempo y forma que garantice ese futuro?

Todo empezó cuando el PGOU del año 2.003 fue anulado, entre otras causas, por haber introducido cambios sin una posterior fase de información y exposición pública. Y no solo se anuló el PGOU de 2003, sino a posteriori las Normas Provisionales aprobadas por la Xunta y el Concello por haber omitido en su momento la fase de exposición pública. Y el PXOM del 2003 fue anulado por 9 sentencias del TSXG, para que quede más claro. La más grave de las sentencias fue la emitida por el TSXG el 17 de abril del 2008, la cual lo anuló porque el documento expuesto al público no se correspondía con el documento aprobado en el salón de plenos, en fin.

Pero también se anularon las Normas Provisionales del 2011, devolviendo en marzo del 2017 el plan de ordenación urbana al año 1986. Ya que en su día el TS rechazó el recurso presentado por la Xunta contra la anulación de las Normas que dieron cobertura al plan urbanístico de Ourense en 2011. Y como el PXOM de 2003 también fuera anulado en los tribunales derivó en que el caos urbanístico afectase también al plan especial para As Burgas. Unas normas provisionales que, en aquel entonces, daban cobertura a 15 zonas públicas y 15 zonas privadas.

Y todo ello sin olvidarnos de lo caduco del Plan Especial de Reforma Interior. Lo cual ha derivado en una degradación y pérdida del valor de nuestro patrimonio arquitectónico en el área del casco antiguo sin parangón. En total, un área urbana -la del casco histórico de nuestra ciudad- que tiene una extensión aproximada de 20 hectáreas. Y recordando que la conservación de los edificios cuenta con protección desde la declaración del casco histórico como Conjunto Histórico Artístico el 12 de septiembre de 1975, y ni así. Un dato más, la habitabilidad del casco histórico, que únicamente suponía ya un 8,8% de la población de la ciudad hace una década, ahora solo supone un 5,6%. Y eso que el uso principal en el casco antiguo es residencial en un 95,23%.

Como ven… ¡qué bien nos va con el PXOM de 1986!

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