Opinión

El socialcomunismo de la pobreza y miseria

Apaguen las luces, pongan las lavadoras de madrugada, no consuman energía ni echen carburantes a sus automóviles. Compren coches eléctricos aunque sean el doble de caros y la energía se pague a precio de lingotes de oro. No coman carne de ternera, (por el impacto de los gases en el efecto invernadero según algún iluminado), ni compren juguetes que puedan ser sexistas a sus hijos e hijas.

Supriman las luces de Navidad para anular ya del todo unas fiestas paganas y consumistas, (excepto Vigo, donde el alcalde y presidente de la Fegamp tiene en propiedad su particular  “bula” socialcomunista). Respiren el aire lo justo y necesario para seguir viviendo, no más. Apaguen a las 22:00 horas la luz de los escaparates y el alumbrado de los edificios públicos, aunque eso cause angustia, estrés y temor al transitar por las calles , y derive a mayores a corto plazo posiblemente en el cierre de numerosas actividades económicas. En concreto de los siempre penalizados y despreciados autónomos, total que más da. . . ni derecho a paro tienen.

No bajemos impuestos, -como Alemania en el IRPF para conseguir un alivio fiscal de más de 10. 000 millones de euros a sus ciudadanos-, sino todo lo contrario, creemos impuestos nuevos para poder así equipararnos de una vez por todas a los humildes vasallos de la Edad Media y nos percatemos nítidamente a dónde nos quieren llevar. Hundamos ya del todo, en la pobreza total y absoluta, a las rentas bajas y medias-bajas de este país, como así ya nos advierte en su último informe el Banco de España:” Ese segmento de rentas disponen de un menor margen para absorber los incrementos de inflación sin reducir sus niveles de gasto y se han visto más afectados por el repunte en los precios de la energía”, aunque para decirnos lo que ya padecemos no nos hacen falta ningún informe de ningún organismo público.

Aumentemos hasta el infinito nuestra deuda pública, la cual asciende ya a 1.456.484 millones. Es decir , el 117,04% del PIB , y con una deuda que ha crecido en el último año en 1.154 euros por habitante, cantidad insignificante en el fortísimo y sólido crecimiento económico que estamos atravesando en el actual contexto general. Por eso mismo, nos podemos dar el capricho de tener más de 800 asesores, única y exclusivamente para un Gobierno que se dice, ”social comunista”. Nunca desde que se registran estos datos se ha llegado a una cifra tan alta de trabajadores eventuales en un Gobierno, pero es que nos sobra dinero a raudales y todos y todas queremos que a nuestros 22 ministros y ministras no les falte de nada. Si hay que comprar más Falcon para que los miembros y miembras de nuestro eficiente, eficaz y competente ejecutivo se puedan ir de viaje a EEUU o al Vaticano , pues se compran con dinero público y punto, cual es el problema? Que para ahorrar y pasar penalidades, -para que nuestros señores y señoras ministros y ministras no les falte de nada-, ya estamos los 47.432.805  de siervos en esta España nuestra.

Y aún así nuestros políticos multicolores nos regalan, día si y día también, parafernalias y actos de entregas de medallas, -o lo que se tercie-, con eventos pagados con nuestros impuestos y donde únicamente van los mismos palmeros y estómagos agradecidos de siempre a salir en la foto y despacharse las viandas y vinos que se tercien. Total... es gratis, se los pagamos nosotros... y es que la caradura y jeta de muchos de estos individuos con cargo público político es, como mínimo, nauseabunda, revulsiva, y de una catadura moral inexistente. Y ni así se dan por enterados. Esta es nuestra pésima y repulsiva clase política. Sí, son los mismos que nos exigen sacrificios de todo tipo... sino aprendemos de esta es que ya no aprenderemos nunca, en fin.

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