Opinión

¿Y estos son los que nos van a gobernar?

La demoledora sentencia judicial de la Audiencia de Sevilla pone de manifiesto la brutal magnitud del fraude de 680 millones de euros derivados únicamente para pagar el clientelismo político del PSOE en Andalucía. Y aun así, la extrema izquierda liderada por Unidas Podemos y los partidos radicales separatistas ni se inmutan, BNG incluido. Solo importa ya obtener el poder a cualquier precio, aunque sea a costa de pisotear cualquier atisbo de dignidad, en un ejercicio de cinismo e hipocresía sin límites. Hasta ese punto han llegado estos personajes que pretenden hacerse con el Gobierno de España. Y la pregunta que me formulo es: ¿quién o quiénes van ahora a devolvernos a los españoles los 680 millones defraudados?, ¿van a asumir los máximos responsables del PSOE su responsabilidad política, la propia o impropia? La realidad es que casi me atrevo a contestarme a mí mismo: no vamos ver un céntimo de euro de lo defraudado, y nadie va a dimitir, faltaría más. Por cierto, mi reconocimiento a la heroica y titánica labor de la juez Mercedes Alaya.

Hace unos meses me aventuraba a decir que nos esperaba un invierno duro y complicado, y lo decía por una recesión económica, ya confirmada por el mismo Banco de España, y por un consumo que en el tramo minorista se resentía. Bien, pues ahora hay que sumarle un posible Gobierno de un montón de partidos los cuales pretenden repartirse los dineros de nuestros impuestos como si de un botín se tratara. Y esto no es lo peor aún, porque en breve veremos que nuestro país se convertirá en un montón también de reinos de Taifas, que nadie lo dude.

Y entre todo este desaguisado político hay otro asunto judicial (no me extraña que nuestro sistema jurídico esté colapsado) que me llama poderosamente la atención por sus connotaciones financieras y empresariales. Me estoy refiriendo al caso Villarejo (el poder de la información lo es casi todo hoy en día) y a los cargos y excargos del BBVA, que se negaron a declarar en las últimas fechas con el argumento de que la pieza en la que se investiga la relación del BBVA con Villarejo permanece bajo secreto. El foco de la Justicia está puesto sobre las más importantes constructoras, empresas eléctricas y bancos, presuntamente implicados, de nuestro país. Y con un carrusel de nombres propios sobradamente conocidos por la sociedad española. Todo ello, con un misterioso y habilidoso señor Villarejo que presuntamente es el epicentro de casi todo. En fin, que las luchas de poder no solo se producen en el ámbito político, también se dan, aunque de una manera más discreta -hasta que revientan de la peor de las formas- en los ámbitos económicos, empresariales y financieros.

Y mientras todo esto acontece en el ámbito nacional, aquí, en mi ciudad, algunos aún le siguen dando vueltas al rascacielos de 80 plantas que supondría de coste la totalidad del presupuesto municipal de la capital durante toda una legislatura (esos mismos presupuestos que aún están sin redactar y aprobar seis años después, siendo así la única capital del imperio que se encuentre en tal tesitura). Bueno, hasta que alguno se harte de tanta tomadura de pelo y ponga, en blanco sobre negro, la "posible" verdad de semejante representación teatral edificatoria. Pero ese tema aún no toca hoy.

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