Opinión

Ahí estuvo la diferencia

Que puede haber entre quien cumpliendo percentiles de altura para la práctica del baloncesto emplea en el aprendizaje de su oficio todo el esfuerzo e ilusión posibles, tal es el caso de Kyle Rowley (213 cm), jugador del COB, y quien bajo las mismas premisas se limita a individualizar habilidades sin mayor esfuerzo, como es el caso de Sergio Olmos (también 213 cm.), jugador del Basket Coruña?

Es lo que vino a desigualar la disputa entre sus respectivos equipos el pasado viernes en un derbi claramente dominado por el equipo cobista. Aplicado el ourensano y en las antípodas quien "se dejaba llevar"... Cuestión de actitud.

Piensa en esa cita a la que tú chica se presenta espectacular. Luego te diste cuenta que su ropa interior y panty combinaban. Ella había decidido tener sexo contigo. Te ha elegido a ti, no a otros que, como tú, la hayan deseado con aterioridad. Suerte la tuya y has de saber corresponder a la exigencia.

No me gustó el Basket Coruña. Tiene las condiciones, seguro, pero le faltó interés. Disperso y liviano durante todo el partido y también en otros momentos de la temporada. Desorientado su técnico, Tito Díaz...¿Posible su vuelta a Lugo en un futuro nada lejano?

Todo lo contrario por parte de un COB aplicado en lo táctico, fuerte en defensa y la continuidad ofensiva sustentada en el acierto anotador de sus exteriores. Representado por la vehemencia de Guille Rejón y la reflexión del "One" Rivero. El base del COB cumplía 400 partidos en la categoría y demostró que el mejor una campaña más. Quizá la última. 

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