Opinión

Y Andre Spight rompió la esperada quietud

Un trámite. Dada la intrascendencia del resultado, en esta nueva realidad que nos lleva a estimar un modo muy distinto de seguir un derbi, desde el sofá de casa, ante la televisión, sin la emotividad que representa el ánimo desde la grada del Pazo. Más parece estar viendo el final de una etapa ciclista de una gran vuelta, más representativo de lo que puede ser un espectáculo deportivo, habitual de nuestra sobremesa, que lo que puede ser un enfrentamiento otrora mezcla de emociones y competitividad llevada al límite.
En un período valle todo era quietud. En la comparativa lo que puede ser una etapa en llano sin mayor transcedencia. Lo que muchos no sabían, el Breogán el primero, es que, a manera del irreverente novato Reggie Miller en su debut ante Michael Jordan, avisaba de que "¿Sabes? Hay un chico nuevo en la ciudad". Así se presentaba un Andre Spight capaz de movilizar al equipo desde un primer momento, como punta de lanza de lo que para la nueva NBA, dominada por el "small ball" -juego de bajos- es un ataque ideal: Threes, Frees and Layups (tres, libres y bandejas). Llegó como soporte para el equipo. Le dijeron, seguro, que tenía que ser el salvador, meter muchos puntos y se lo tomó al pie de la letra. Protagonismo anotador compartido con Adonys Henríquez -tiro letal, competitivo...- aunque, todo hay que decirlo, el conjunto ourensano, en su conjunto, se mostró más intenso y acertado, de ahí la justicia del resultado. Y aunque nada tiene que ver con la clasificación, si debe ser motivo de satisfacción, por cuanto, en estos tiempos de incertidumbre que nos ha tocado vivir "la alegría es salud".

Recupera el Ibereólica Renovables sensaciones en el momento más trascendente de la Liga. Quizá  por "completar" la mayor convicción de los pívots que deben entender que su posición bajo tablero no es solo para sacar tras canasta si no para asegurar el rebote. Considerando a Yates un hombre de contrastes, intenso atrás, con más problemas en ataque, valoramos la mayor dureza defensiva y mejoría en ataque de Arkeen Joseph y la regular y constante progresión de Menzies. El resto no le va a la zaga. Gonzalo García de Vitoria parece haber encontrado el mejor engranaje. 

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